MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Unidad de Micología y Microbiología Ambiental del departamento de Ciencias Médicas Básicas de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona han descubierto un principio activo que bloquea el crecimiento de hongos y que será clave frente a infecciones fúngicas invasoras, si bien deberá modificarse al desarrollar el medicamento para que sea menos tóxico y se distribuya de forma adecuada por el organismo.
Los autores de este trabajo, que publican en la revista 'PLOS Pathogens' y forma parte de un proyecto europeo, se basaron en el análisis del mecanismo de acción de una molécula cuya efectividad ya era conocida para combatir las infecciones por hongos.
Aunque ahora ya saben cuál es este principio activo, todavía no es óptimo para hacer un medicamento ya que hay que modificar su estructura para aumentar la efectividad, disminuir su toxicidad y conseguir que se distribuya adecuadamente por el organismo, ya que lo elimina muy rápido.
No obstante, esto le supone tener una nueva familia de antifúngicos que se añadiría a los cuatro grupos de fármacos ya existentes para el tratamiento de estas infecciones graves, con la diferencia de que su acción es menos tóxica y no afecta al metabolismo humano.
De forma paralela también han descubierto (en animales de experimentación) que, al suprimir un gen ampliamente presente en los hongos, disminuye la posibilidad de que éste crezca y dé lugar a infecciones.
Los autores celebran que se ha detectado una nueva diana (estructura biológica hacia la cual va dirigida la acción de un fármaco) para encontrar nuevos antifúngicos, y han tenido que localizar y sintetizar un compuesto que consiguiera bloquear este producto génico que evita el desarrollo del hongo para inhibir la actividad.
MILES DE ESPORAS FÚNGICAS INHALADAS A DIARIO
Estos microorganismos se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza y los humanos inhalan diariamente miles de esporas fúngicas. Pero los hongos tienen una baja incidencia entre la población, ya que el sistema inmunitario es muy eficiente eliminándolos.
Sin embargo, el incremento de los trasplantes de médula ósea y de órganos, las terapias oncológicas o las enfermedades infecciosas como el sida han hecho aumentar el número de pacientes con un sistema inmunitario mermado, una situación que incrementa el riesgo de adquirir enfermedades fúngicas graves y profundas.
El principal problema de estas infecciones por hongos es la dificultad para diagnosticarlas, ya que existen muchos hongos diferentes y se dan pocos casos de cada infección como para estudiarlos y conocerlos. De hecho, explican los autores, si la industria farmacéutica ha desarrollado pocos medicamentos es porque cada caso puede ser diferente y no cuenta con una solución específica.
Además de las escasas opciones terapéuticas hay que añadir que los hongos están desarrollando resistencias a los fármacos actuales y este hecho representa un importante problema para los clínicos que se tienen que enfrentar con un número creciente de infecciones que no responden a los tratamientos.