MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad Northwestern (Estados Unidos) han desarrollado el mayor recurso de acceso abierto de su tipo para ayudar a los investigadores a ahorrar meses de tiempo en el desarrollo inicial de fármacos, permitiéndoles comprender mejor las enfermedades y encontrar tratamientos potenciales. Se trata de una plataforma, ahora en funcionamiento, denominada SOAR (Spatial transcriptOmics Analysis Resource).
Los resultados de la investigación que utiliza este recurso se publican en 'Science Advances'. Varias compañías farmacéuticas ya están considerando utilizar SOAR en sus investigaciones.
En concreto, SOAR es una ventanilla única que ayuda a los científicos a explorar cómo los genes se comportan de manera diferente en varias partes del cuerpo, les muestra cómo las células podrían comunicarse entre sí y les permite encontrar nuevas posibilidades farmacológicas.
La transcriptómica espacial es un método científico de vanguardia que ayuda a los investigadores a identificar qué genes están activos en diferentes partes de un tejido, brindándoles una visión general de las interacciones celulares. SOAR es el primer recurso integral de transcriptómica espacial diseñado específicamente para acelerar el proceso de descubrimiento de fármacos.
"Es demasiado costoso y requiere demasiado tiempo impulsar miles de posibles fármacos candidatos a estudios preclínicos y ensayos clínicos. Necesitamos seleccionar las pistas adecuadas y luego impulsarlas a estudios posteriores. Este recurso ayudará a priorizarlo", apunta el autor correspondiente Yuan Luo, director de IA del Instituto de Ciencias Clínicas y Traslacionales de la Universidad Northwestern (NUCATS) y del Instituto de Inteligencia Artificial en Medicina de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
SOAR agrega datos de 441 conjuntos de datos de transcriptómica espacial de 19 empresas diferentes de transcriptómica espacial, lo que permite a los investigadores ver mapas detallados de la actividad genética en 3.461 muestras de tejido de 13 especies (desde humanos hasta peces cebra) y 42 tipos de tejido (por ejemplo, mama, pulmón, cerebro, intestino, etc.).
Al mostrar cómo se expresan los genes (se activan o desactivan) en diferentes partes de un tejido y conectar eso con la forma en que ciertas sustancias químicas afectan a las células, este conjunto de datos actúa como un "GPS molecular", ayudando a los científicos a concentrarse en los procesos biológicos exactos que podrían utilizarse para tratar enfermedades, comenta Luo.
En el caso de la enfermedad, detalla Luo, a menudo no es la actividad celular en sí la que resulta problemática, sino más bien dónde se produce la actividad celular. "Si las células inmunitarias atacan a las células normales en un tejido normal, es muy perjudicial, ya que podría provocar una enfermedad inflamatoria, como el síndrome del intestino irritable", reflexiona Luo. "O si las células inmunitarias no atacan a las células cancerosas en un microambiente tumoral, es realmente perjudicial, ya que permite el crecimiento del cáncer.
SOAR ayuda a examinar la variabilidad y las interacciones para que los investigadores comprendan el mecanismo que está en funcionamiento y puedan comprender mejor las causas subyacentes de la enfermedad.