MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo fármaco desarrollado por científicos de la Universidad de South Australia, el auceliciclib, puede suponer un avance para las 500.000 personas estimadas que luchan actualmente contra el cáncer de páncreas.
Tomado en forma de cápsula oral, auceliciclib ya está demostrando un gran potencial en los ensayos clínicos para tratar el glioblastoma, la forma más agresiva de cáncer cerebral. Estos investigadores esperan ahora reclutar pacientes con cáncer de páncreas para un ensayo clínico del fármaco.
Por ello, esta universidad australiana ha puesto en marcha una campaña de financiación compartida para buscar apoyo para el ensayo. La campaña de financiación compartida se ha iniciado con 350.000 dólares de la universidad y se necesita la misma cantidad para finales de año para avanzar en la planificación del ensayo.
Ambos tipos de cáncer comparten la insidiosa reputación de ser dos de los más difíciles de tratar, con bajas tasas de supervivencia y diagnóstico tardío.
"El cáncer de páncreas es extremadamente difícil de diagnosticar en una fase temprana porque presenta muy pocos síntomas. Si se detecta pronto, el tumor maligno puede extirparse quirúrgicamente, pero una vez que se extiende a otros órganos es letal, y la quimioterapia y la radioterapia solo permiten a los pacientes ganar un poco más de tiempo", explica uno de los líderes del estudio, Shudong Wang.
Auceliciclib se ha diseñado para atacar específicamente las enzimas CDK4/6, cuya función está alterada en el cáncer de páncreas, lo que lo hace más eficaz y con menos efectos secundarios en comparación con la terapia actual.
"El cáncer no siempre discrimina. Las personas ricas, sanas y jóvenes, incluso las que tienen acceso al mejor tratamiento médico, pueden ser víctimas de él", afirma Wang.
Su equipo también está trabajando en un nuevo biomarcador para el cáncer de páncreas, con la esperanza de realizar un perfil genético de los pacientes para ver si tienen alguna característica común.