MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio realizado por investigadores canadienses confirma, mediante resonancia magnética, que el condroitín sulfato frena el avance de la artrosis de rodilla, además de reducir el dolor y mejorar la movilidad.
CONDROITIN SULFATO Y ARTROSIS DE RODILLA
El estudio, que será presentado este viernes el Congreso Nacional de Reumatología que se celebra en Sevilla, revela que los pacientes tratados con condroitín sulfato tuvieron una menor pérdida de volumen de cartílago estadísticamente significativa a partir del primer año de tratamiento, que los pacientes que tomaron el antiinflamatorio.
El reumatólogo y experto en artrosis Jean-Pierre Pelletier, de la Universidad de Montreal (Canadá), será el encargado de presentar los primeros resultados de este ensayo clínico bautizado con el nombre de MOSAIC (las siglas en inglés de 24 MOnth study on Structural changes in knee osteoarthritis Assessed by mrI with Chondroitin sulphate).
"Estos datos prueban que el condroitín sulfato puede frenar el avance de la artrosis a largo plazo, que tiene un efecto modificador de la enfermedad. Esto es muy relevante puesto que la artrosis es una enfermedad crónica, que precisa de un tratamiento también crónico y de un elevado perfil de seguridad, y esto nos lo da el condroitín sulfato", afirma Pelletier.
Concretamente, se trata de un ensayo multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, y controlado, realizado durante más de tres años en cinco centros de Québec y en el que han participado cerca de 200 pacientes con artrosis de rodilla, que además presentaban inflamación y dolor.
Los pacientes recibieron 1.200 mg al día de condroitín sulfato (fármaco específico para la artrosis) o 200 mg al día de celecoxib (un antiinflamatorio) durante dos años y se les realizó una resonancia magnética al iniciar el estudio, otra al cabo de un año y otra al finalizar.
"La artrosis se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago, y la resonancia magnética es una técnica de imagen que permite medir con exactitud esta pérdida y, por lo tanto, el avance de la enfermedad. Esta es la principal novedad de este estudio ya que hasta ahora sólo se había utilizado la radiografía a tan largo plazo", añade el experto.
En el estudio también se evaluaron los efectos de los dos fármacos sobre los síntomas de la enfermedad, en concreto: dolor, función, rigidez, hinchazón articular y derrame, y se vio que ambos tratamientos fueron igual de eficaces a lo largo de todo el estudio, alcanzado una reducción clínicamente relevante de los síntomas entorno al 50%.
"En definitiva, este estudio confirma que condroitín sulfato es igual de eficaz que un antiinflamatorio para el tratamiento de los síntomas de la artrosis con la ventaja adicional de presentar un efecto protector de la articulación y un mejor perfil de seguridad" concluye.