Un nuevo avance podría acelerar el desarrollo de antivirales contra el Ébola

Archivo - Micrografía electrónica de barrido coloreada de partículas del virus del Ébola (verde) que brotan y se adhieren a la superficie de las células.
Archivo - Micrografía electrónica de barrido coloreada de partículas del virus del Ébola (verde) que brotan y se adhieren a la superficie de las células. - NATIONAL INSTITUTE OF ALLERGY AND INFECTIOUS DISEA
Publicado: miércoles, 18 septiembre 2024 7:29

MADRID 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI) en Estados Unidos están trabajando para guiar el desarrollo de nuevos antivirales mediante un reconocimiento inteligente del enemigo. Estos investigadores utilizan técnicas de imágenes de alta resolución para examinar la estructura molecular de un virus y descubrir dónde es vulnerable a nuevas terapias.

En concreto, en un nuevo estudio de 'Cell', los científicos del Centro de Innovación en Vacunas del LJI comparten las primeras imágenes detalladas y completas de una estructura viral llamada nucleocápside del virus del Ébola. Este avance puede acelerar el desarrollo de antivirales que se dirijan a esta estructura viral para combatir varios filovirus a la vez.

"Un antiviral universal es el sueño de detener cualquier tipo de enfermedad viral", afirma la científica del LJI Reika Watanabe, que dirigió el estudio de 'Cell' como primera autora. "Este estudio nos acerca un paso más a encontrar un antiviral universal".

Para este estudio, Watanabe logró un hito en la ciencia: al utilizar una técnica de obtención de imágenes llamada tomografía crioelectrónica, pudo vislumbrar la estructura de la nucleocápside del ébola en funcionamiento dentro de células infectadas reales. A primera vista, la nucleocápside del virus del Ébola parece un cable telefónico enrollado. Watanabe reveló las etapas de enrollamiento y compresión de la espiral.

También descubrió que la forma cilíndrica de la nucleocápside está formada por tres capas. Cada capa desempeña una función diferente a medida que el virus se replica en las células huésped. Antes de los estudios de imágenes de LJI, la existencia de la capa exterior era completamente desconocida. El trabajo de Watanabe también muestra cómo está compuesta esta capa externa y cómo proporciona una conexión flexible entre la nucleocápside y la membrana viral.

"Descubrimos que la proteína central adopta diferentes formas en las distintas capas de la nucleocápside para desempeñar diferentes funciones", afirma la profesora, presidenta y directora ejecutiva del LJI, Erica Ollmann Saphire, quien se desempeñó como autora principal del estudio.

Las investigaciones posteriores de Watanabe revelaron cómo las proteínas de estas capas entran en contacto entre sí durante el ensamblaje en las células huésped y cómo el virus del Ébola reorganiza estas proteínas cuando las nucleocápsides ayudan a formar nuevas partículas virales. "Este estudio resuelve varios problemas en este campo", comenta Saphire.

Como explica Watanabe, atacar la nucleocápside es el fin del juego del virus. "Si no hay nucleocápside, no puede pasar nada. Ese es el núcleo del virus", afirma. De hecho, la nucleocápside del virus del Ébola desempeña un papel tan importante en la infección que Watanabe sospecha que la estructura general de la nucleocápside puede haber permanecido igual a medida que evolucionaron los filovirus. Los científicos llaman a este tipo de característica estructural crucial "conservada" cuando es compartida por especies relacionadas. Watanabe ahora está dirigiendo más investigaciones para estudiar más de cerca el ensamblaje de la nucleocápside en el virus de Marburgo.

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