VALNCIA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de científicos que han trabajado en primera línea contra el coronavirus en España, Italia y Estados Unidos han analizado la controversia existente respecto al supuesto efecto negativo de medicamentos hipertensivos en pacientes que hayan contraído esta enfermedad.
La investigación, publicada en 'Mayo clinic proceedings', recomienda a los pacientes hipertensos que continúen tomando su medicación, detalla en un comunicado el instituto de investigación sanitaria Incliva, que participa en el proyecto.
"De acuerdo con las pautas actuales, recomendamos a los pacientes con hipertensión que continúen tomando los medicamentos antihipertensivos sin interrupción", apunta el autor principal, Fabián Sanchis-Gomar, de Fisiología de la Universitat de Valncia (UV), del Incliva del Hospital Clínico de Valncia y de la Stanford University School of Medicine (Estados Unidos).
El estudio parte de que los pacientes con enfermedades subyacentes como hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave por Covid-19.
Médicos, profesionales de la salud, investigadores y pacientes han debatido así sobre la influencia potencial del uso de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARAII) durante el brote de Covid-19.
En concreto, una de las formas en las que virus penetra es a través de la enzima convertidor de la angiotensina (ECA) 2, la que convierte la angiotensina I en II a nivel pulmonar y en otros tejidos y órganos. Esto puede sugerir que los medicamentos pueden aumentar la susceptibilidad al virus y la gravedad de la enfermedad.
Tras una revisión de más de 60 estudios, el doctor Sanchis-Gomar y sus coautores concluyen que lo más importante es que, hasta el momento, ninguna investigación ha reportado un aumento en los niveles circulantes o en la expresión de ECA2. Aun así, una mayor expresión no implicaría necesariamente un mayor riesgo de infección o gravedad de la enfermedad.
SÍNDROME DE DIFICULTAD RESPIRATORIA
El proyecto incluyó estudios que sugieren que niveles elevados de angiotensina II --diana de los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) como los IECA y los ARAII-- pueden fomentar el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) en pacientes con Covid-19.
Otra investigación apunta que los inhibidores del SRAA pueden incluso desempeñar un papel en el tratamiento del Covid-19. Sin embargo, los autores concluyen que se necesitan más investigaciones y evidencias científicas.
En un video que acompaña al artículo, el coautor Carl J. Lavie, del John Ochsner Heart and Vascular Institute (New Orleans), explica que la angiotensina provoca inflamación, oxigenación, vasoconstricción y fibrosis. Por tanto, "es bastante coherente pensar que un fármaco que pueda inhibir la producción de dicha hormona en realidad pueda ser beneficioso para prevenir lesiones a nivel pulmonar y sistémico".
El investigador avisa que resulta prematuro empezar a utilizar estos agentes como una medida para prevenir el Covid-19 en pacientes sin ninguna otra indicación para el uso de inhibidores del SRAA, pero destaca que es "un área de investigación muy activa".
Las evidencias actuales indican que los inhibidores del SRAA reducen significativamente la mortalidad en enfermedades cardiovasculares y también la progresión de la enfermedad renal crónica, como "piedra angular" del tratamiento para la insuficiencia cardíaca y la hipertensión. "La terapia con IECAs o ARAII debería mantenerse o iniciarse en pacientes, según indicación, independientemente del Covid-19", resalta el doctor Sanchis-Gomar.
Si bien no existen diferencias entre los ARAII y los IECAs en términos de eficacia para disminuir la presión arterial y mejorar otros resultados, la tos se asocia en ocasiones con el uso de IECAs. Las tasas de incumplimiento terapéutico debido a eventos adversos son más bajos con los ARAII.
Dada la misma eficacia, pero con menos eventos adversos, los ARA podrían ser una opción de tratamiento más favorable en pacientes con Covid-19 y con mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad.