MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) han ideado una nueva técnica para añadir a las nanopartículas de oro una proteína a elegir para adaptar el medicamento a un área del cuerpo más precisa, como un tumor canceroso.
Estas nanopartículas pueden absorber fármacos que de lo contrario serían insolubles o se degradarían rápidamente en el torrente sanguíneo, y debido a su pequeño tamaño pueden superar barreras biológicas como las membranas, la piel y el intestino delgado que normalmente evitarían que el medicamento alcanzara su objetivo.
La tecnología ya se puede usar, por ejemplo, en las pruebas de embarazo, donde las nanopartículas de oro acompañadas de un anticuerpo contra la hormona presente en la orina de mujeres embarazadas se agregan a la tira para que reaccione con las nanopartículas. Sin embargo, su uso aún no es común.
Hasta ahora, el proceso de recubrimiento de las nanopartículas significaba que las proteínas utilizadas tenían que mezclarse junto con partículas que no tienen la capacidad de controlar la forma en que se unen, lo que hace que el fármaco sea menos efectivo.
Con este nuevo método, publicado en la revista Nature Communications, los farmacólogos pueden colocar las proteínas en las nanopartículas de oro capa por capa en un orden específico. Esto mantiene la integridad de la proteína para que el fármaco sea más efectivo, abriendo posibilidades para el desarrollo de la nanomedicina.
El doctor Enrico Ferrari, un nanobiotecnólogo de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Lincoln que ha dirigido el estudio, ha explicado que con este hallazgo "se ha desbloqueado la clave para unir proteínas y moléculas, de forma que los medicamentos sean más efectivos".
"Este método podría ayudar a diseñar nanomedicinas que no necesiten una modificación química extensa de un fármaco proteínico o un nanoportador y, por lo tanto, puedan desarrollarse de manera más fácil y rápida", ha detallado.
Los investigadores han tomado fragmentos de proteínas de bacterias y platelmintos, que cuando se fusionaron han sido efectivos para unirse a la superficie de la nanopartícula de oro y formar enlaces estables con cualquier otra proteína. Al mezclar esta proteína de fusión con nanopartículas de oro, se une permanentemente a la superficie de oro y, a la vez, puede unirse de forma estable a una proteína diana en la que se incluyó una etiqueta específica.
El método, señalan los investigadores, también podría aplicarse a biosensores y kits de diagnóstico que usan oro, como los que se utilizan en entornos clínicos para identificar infecciones en curso en la sangre de los pacientes.