MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Indiana (EEUU) ha descubierto que las mujeres y los adultos mayores que usan múltiples medicamentos recetados son significativamente más propensos a recibir tomar diversas pastillas cuya combinación produce efectos secundarios peligrosos.
El análisis, realizado en el sistema de salud brasileño y publicado recientemente en la revista 'Digital Medicine', reveló un aumento del 60 por ciento en el riesgo de sufrir reacciones adversas a medicamentos en mujeres en comparación con los hombres, y un aumento del 90 por ciento en los casos de medicamentos cuya interacción se sabe que produce reacciones peligrosas.
Por su parte, en las personas mayores, una de cada cuatro personas mayores de 55 años, recibían recetas de varios medicamentos cuya interacción es peligrosa, llegando a uno de cada tres entre las edades de 70 a 79 años. Los resultados descubrieron un total de 181 combinaciones de medicamentos prescritos en contra de las recomendaciones. Estos medicamentos, ampliamente conocidos por interactuar de forma peligrosa, se administraron a 15.527 personas del estudio, incluidos 5.000 que obtuvieron combinaciones de medicamentos que se sabe que causan complicaciones mayores que probablemente requieran atención médica.
"Estos resultados son sorprendentes, incluso impactantes, ya que no es ningún secreto que estos medicamentos no se deben recetar en combinación", ha afirmado Luis Rocha, profesor de la Facultad de Informática, Informática e Ingeniería de la Universidad de Indiana y autor principal en el estudio, que añadía: "Esperábamos un riesgo elevado en los ancianos ya que usan más medicamentos, pero no tan alto. El sesgo de género fue completamente inesperado".
Los medicamentos identificados como los más comúnmente recetados en combinaciones peligrosas eran medicamentos estándar, como el omeprazol, un medicamento común para la acidez estomacal; la fluoxetina, un antidepresivo común; e ibuprofeno, un analgésico común, así como algunos medicamentos menos comunes, como la eritromicina, un antiinfectante.
El investigador ha agregado que a pesar de que la investigación no exploró la causa de estos mayores riesgos de interacción de medicamentos, la falta de opciones para ciertos medicamentos en el sistema de salud pública de Brasil podría desempeñar un papel.
Los investigadores tienen la esperanza de que el trabajo pueda influir en el aumento de las opciones de medicamentos disponibles públicamente para personas mayores y mujeres, y planea profundizar en los resultados para conocer las causas más profundas de estos prejuicios contra este grupo de población.
"Los médicos y otros profesionales del cuidado de la salud en todas partes necesitan comprender el papel del género y la edad en el riesgo de interacciones peligrosas de drogas para sus pacientes. Esperamos que estos resultados aumenten esta conciencia", ha instado.