MADRID 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los pacientes con malaria en Camboya, Tailandia y Vietnam no se curan con la terapia de primera línea, debido a las formas multirresistentes de los parásitos 'Plasmodium falciparum', las especies más letales que causan la enfermedad, según un estudio realizado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y que ha sido publicado en 'The Lancet Infectious Diseases'.
Y es que, según el trabajo, en el periodo 2016-2018 los parásitos de la malaria resistentes tanto a la artemisinina como a su piperaquina, un fármaco ampliamente utilizado, representaron más del 80 por ciento de los parásitos que circulan en el noreste de Tailandia y Vietnam.
Estos parásitos que se propagan rápidamente también han adquirido nuevas mutaciones de resistencia relacionadas con tasas aún más altas de fracaso del tratamiento, lo que provocó fallos en una de las combinaciones de medicamentos de primera línea más nuevas y más potentes (dihidroartemisinina-piperaquina) en la mitad de los casos en el oeste y noreste de Camboya, el noreste de Tailandia y el suroeste de Vietnam en 2015-2018, comprometiendo aún más los esfuerzos para eliminar la enfermedad.
"Estos hallazgos preocupantes indican que el problema de la resistencia a múltiples medicamentos en 'P. falciparum' ha empeorado sustancialmente en el sudeste asiático desde 2015. Esta exitosa cepa resistente a los parásitos es capaz de invadir nuevos territorios y adquirir nuevas propiedades genéticas, lo que aumenta la perspectiva aterradora de que podría extenderse a África donde ocurren la mayoría de los casos de malaria, como lo hizo la resistencia a la cloroquina en la década de 1980, contribuyendo a millones de muertes", han dicho los expertos.
Dado que el DHA-PPQ proporciona ahora un tratamiento "ineficaz" y promueve la diseminación de la resistencia, los autores han solicitado que esta terapia de combinación de primera línea comúnmente utilizada sea abandonada en la subregión oriental del Gran Mekong (Camboya, sur de China, Laos, Myanmar, Tailandia y Vietnam), incluso en áreas donde la resistencia apenas ha comenzado a emerger.
"Con la propagación y la intensificación de la resistencia, nuestros hallazgos resaltan la urgente necesidad de adoptar tratamientos alternativos de primera línea. Una opción es cambiar el medicamento asociado a la piperaquina a un medicamento actualmente efectivo como la mefloquina o la pironaridina, como ya hicieron Camboya y Tailandia. Pero existe la posibilidad de que en presencia de resistencia a la artemisina, la resistencia a estos medicamentos asociados también podría desarrollarse rápidamente. Otra opción es usar el triple ACT, en el que la artemisinina se combina con dos medicamentos asociados en lugar de uno", han dicho los expertos.