MADRID 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las políticas a nivel nacional pueden reducir el impacto de la resistencia a los antibióticos en diversos países, según un estudio de la Universidad de Estocolmo y la Real Academia Sueca de Ciencias, en Suecia. El trabajo se publicó en 'PLOS Global Public Health'.
La resistencia a los antibióticos es un importante problema de salud pública, que contribuye a 1,27 millones de muertes al año. En 2016, países de todo el mundo se comprometieron a desarrollar e implementar planes de acción nacionales para combatir la resistencia a los antibióticos.
Estos planes han sido criticados por no estar plenamente implementados. Evaluar su impacto es un desafío: el cambio no se produce de la noche a la mañana, no todos los países reportan sus datos sistemáticamente y la pandemia de COVID-19 interrumpió el monitoreo.
En este estudio, los investigadores utilizaron la Encuesta de Autoevaluación Nacional de la Base de Datos Global para el Seguimiento de la Resistencia a los Antimicrobianos (TrACSS) y datos sobre el uso y la resistencia a los antibióticos para evaluar el impacto de las medidas nacionales a lo largo del tiempo en 73 países de seis continentes, con ingresos altos y medianos-bajos. Analizaron las tendencias nacionales en indicadores relacionados con la resistencia a los antibióticos, incluyendo el uso de antibióticos, las tasas de resistencia a los antibióticos y el impacto de las infecciones resistentes.
Al asignar a cada país un índice de acción, descubrieron que la acción nacional se asociaba sistemáticamente con la mejora de los indicadores de resistencia a los antibióticos. Estas asociaciones persistieron tras controlar factores como las condiciones socioeconómicas, la densidad de población y el clima.
Desde 2016, tanto los países de ingresos altos como los de ingresos medios-bajos han adoptado planes de acción nacionales más ambiciosos; solo un tercio ha disminuido sus esfuerzos para reducir la resistencia a los antibióticos.
Los autores observaron cierto sesgo en el tamaño de su muestra, ya que es más probable que los países de altos ingresos hayan establecido sistemas de monitoreo, pero destacaron la importancia de estudios como este para establecer el impacto de las políticas nacionales en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.
Los autores concluyen: "Nuestra investigación demuestra la importancia de que todos los países adopten medidas adicionales para abordar la resistencia a los antibióticos. Se necesitarán medidas muy ambiciosas para lograr reducciones en la resistencia, pero incluso las mejoras graduales ayudarán a reducir los aumentos previstos. No estábamos seguros de que fuera posible reducir los niveles de resistencia a los antibióticos y, al mismo tiempo, mantener el uso de antibióticos en la medida que lo requieren los sistemas de salud modernos, pero nuestra investigación indica que sí es posible".