BARCELONA 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y Baleares ha alertado este viernes del desabastecimiento de 170 fármacos, principalmente psicofármacos, anticancerígenos y corticoides, la mayoría "excesivamente" baratos y que dejan poco margen de beneficio a las farmacéuticas.
"Se trata de un problema de magnitud considerable que puede tener consecuencias muy graves en algunos grupos de pacientes de especial riesgo", ha advertido la entidad en un comunicado, al que ha tenido acceso Europa Press y en el que ha lamentado que estos fármacos no tienen un genérico para sustituirlos.
La alerta ha surgido de la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica y de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, que han elaborado un documento de rechazo al que se han adherido 13 sociedades médicas y científicas más que forman parte de la Academia.
En el texto, los médicos alertan de que recientemente se están produciendo problemas en el suministro de determinados fármacos, "muchos de ellos poco rentables para las farmacéuticas", y advierten de que la interrupción repentina de un tratamiento puede tener consecuencias negativas sobre el control de las enfermedades.
Han instado a los agentes implicados a "buscar herramientas que mitiguen y resuelvan este problema, para garantizar el óptimo suministro de medicamentos a los pacientes que los necesitan".
El desabastecimiento obliga a los médicos "a realizar cambios urgentes en el tratamiento de estos pacientes, además de que en muchas ocasiones ni siquiera existen alternativas válidas", han lamentado.
Han manifestado que la medicación de los pacientes crónicos polimedicados "ya es complicada de por sí, y el hecho de añadir un componente de urgencia por la falta de disponibilidad de medicamentos dificulta aún más el correcto manejo".
"La falta de estos medicamentos genera una gran distorsión en el paciente y al profesional sanitario, ya que se ha de plantear alternativas terapéuticas que no siempre están exentas de riesgos o problemas", han destacado.
Han advertido de que algunos pacientes deben adquirir los fármacos en el extranjero, y de que los médicos se ven obligados a recetar tratamientos alternativos, "con riesgo de desestabilización de la patología".