MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cenobamato, un medicamento en fase de desarrollo logra reducir a más de la mitad las convulsiones en pacientes con epilepsia, según han informado los investigadores de la Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos), en un estudio publicado en la revista 'Lancet Neurology'.
Actualmente hay más de 20 medicamentos anticonvulsivos en el mercado, pero aproximadamente el 40 por ciento de las personas con epilepsia, una afección crónica, no obtienen beneficios con estos medicamentos tradicionales. Además, aunque 15 nuevos medicamentos para la epilepsia han estado disponibles desde 1993, ninguno de estos tiene una tasa libre de convulsiones mayor al cinco por ciento entre las personas con epilepsia resistente al tratamiento.
El cenobamato, que no ha sido aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), se está estudiando para tratar un tipo específico de convulsión en adultos que aún no los tienen controlados por otros tratamientos. En este tipo de ataque específico, conocido como ataques de inicio parcial, la alteración eléctrica se limita a regiones específicas del cerebro.
"Una cuarta parte de los pacientes que tratamos con este medicamento han logrado no padecer ningúna convulsión durante varios años. Es maravilloso ver que muchos mejoran su calidad de vida y pueden vivir una vida con mayor normalidad", han dicho los investigadores.
Para el estudio, los investigadores analizaron a 437 participantes a quienes suministraron 100, 200 o 400 miligramos de cenobamato o una píldora placebo. La dosis de cenobamato se incrementó lentamente durante seis semanas hasta que se alcanzó la dosis de prueba, la cual se mantuvo durante 12 semanas.
Los participantes eran todos adultos que ya tomaban hasta tres medicamentos anticonvulsivos, y todos tenían un historial de ocho o más convulsiones durante las ocho semanas anteriores. Para los participantes en el período de mantenimiento, el 25 por ciento vio una reducción del 50 por ciento o más en el número de convulsiones.
En la dosis de 200 miligramos, el 56 por ciento de los participantes tuvo una reducción del 50 por ciento o más en el número de convulsiones; y, con la dosis más alta (400 miligramos), el 64 por ciento de los participantes tuvo una reducción del 50 por ciento o más en el número de convulsiones, y hasta el 21 por ciento no tuvo ningún tipo de convulsiones durante el período de mantenimiento.