MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un mecanismo regulador recientemente descubierto ayuda al cuerpo a controlar la tasa de metabolismo de las grasas, según un nuevo estudio publicado este jueves en la revista de acceso abierto 'PLOS Biology' por Ligong Chen, de la Universidad de Tsinghua, en Beijing (China), y colegas. El hallazgo puede llevar a nuevos medicamentos para ayudar a quemar la grasa almacenada y reducir el peso.
El tejido graso puede ser blanco, marrón o beige, diferenciándose no solo en el color sino también en el metabolismo. La grasa blanca es principalmente un tejido de almacenamiento, con una baja tasa de metabolismo; el tejido graso marrón, por otro lado, es rico en mitocondrias y quema la grasa almacenada, liberando calor para calentar el cuerpo, un proceso llamado termogénesis. Después de una exposición prolongada al frío, las células de grasa de color marrón se desarrollan dentro de la grasa blanca, haciéndola beige, y las células de grasa beige también queman la grasa para mantener el cuerpo caliente.
Un estímulo clave para la termogénesis es la hormona norepinefrina, que ejerce sus efectos en la superficie celular, y luego es absorbida por la célula y degradada para prevenir la sobre-estimulación. Se ha descrito anteriormente un mecanismo para la captación de norepinefrina de las células grasas, pero su tasa de captación es relativamente baja, lo que sugiere que puede haber otra vía.
LA IMPORTANCIA DE UNA PROTEÍNA
En el nuevo estudio, los autores encontraron que las células de grasa beige en ratones presentan niveles altos de una proteína llamada transportador de cationes orgánicos 3 (Oct3), que puede importar norepinefrina a las células para su degradación. Los autores demostraron que reducir el nivel de Oct3 y, por lo tanto, disminuir la degradación de la norepinefrina, llevó a una mayor tasa de metabolismo de las grasas en la grasa beige y una mayor temperatura corporal.
Cuando se expusieron al frío prolongado, los ratones deficientes en Oct3 aumentaron el contenido de grasa beige más rápido que sus controles de la camada, acompañados por una mayor actividad de los genes biogénicos termogénicos y mitocondriales. De manera gratificante, cuando observaron las bases de datos de asociación genética humana, los autores encontraron que poseer versiones del gen OCT3 que producen la proteína OCT3 con una función de transporte reducida se asoció con una mayor tasa metabólica.
En conjunto, estos resultados indican que la OCT3 desempeña un papel importante en la regulación de la tasa de producción de grasa beige y la termogénesis en ratones y humanos. "Nuestro descubrimiento es que una reducción en la actividad de OCT3 puede llevar a más grasa beige y un aumento de la termogénesis, lo que indica la importancia de este transportador en el reciclaje de catecolamina en los tejidos adiposos --dice Chen--. El desarrollo de inhibidores específicos de la OCT3 abriría nuevas posibilidades terapéuticas para las enfermedades metabólicas".