Madrid, una de las comunidades autónomas donde sus ciudadanos son más adherentes al tratamiento

Publicado: miércoles, 18 abril 2018 15:08

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Madrid es una de las comunidades autónomas "con mayor nivel de adherencia a los tratamientos", pues el 57,81 por ciento de sus ciudadanos los cumple de forma adecuada, frente al 50 por ciento de la media nacional, según el Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (Grupo OAT).

El Análisis Nacional del OAT se realizó con 6.300 pacientes en 12 problemas crónicos analizando 38 variables, "lo que permite obtener información más específica y relevante sobre los perfiles de pacientes no adherentes por patología", han señalado desde el grupo.

En el caso de Madrid, las tasas de adherencia son superiores a las de no adherencia en todas las patologías analizadas, salvo en depresión, donde el 50,99 por ciento de los pacientes no cumple los tratamientos prescritos.

Las mayores tasas de adherencia, por encima del 60 por ciento, se registran en diabetes (67,89%) o enfermedades cardiacas (62,22%). Así, entre el 50 y el 60 por ciento se sitúan osteoporosis (59,35%); vejiga hiperactiva (58,49%); enfermedad reumática (57%); asma (55,17%) y EPOC (54,76%).

Un 37,88 por ciento de los encuestados reconoció automedicarse, y un 78,92 por ciento reconoció hacerlo específicamente en procesos banales. Sin embargo, sólo un 35,12 por ciento de los pacientes se lo comunicó a su médico. En cambio, un 55,58 por ciento aseguró no compartir esta información con el facultativo, y un 9,30 por ciento optó por no contestar a la pregunta.

CASI EL 34 POR CIENTO HA RECONOCIDO NO TIRAR LOS MEDICAMENTOS

Otro resultado de la encuesta tiene que ver con los tratamientos prescritos de forma crónica y no retirados de la oficina de farmacia. El 33,92 por ciento de los pacientes madrileños reconoció no retirar tratamientos en ocasiones, y el motivo, en un 78,1 por ciento de los casos, fue que todavía tenía en casa.

"El fenómeno de no retirar los medicamentos de la farmacia se ha convertido en un elemento común en todo el Análisis Nacional, que según los datos recabados no está relacionado con los ingresos. Sería necesario estudiarlo más a fondo para determinar si este comportamiento responde a un incumplimiento por pauta posológica", ha apuntado Carmen Valdés, vocal del Comité Científico del OAT.

En relación al seguimiento de hábitos de vida saludable preventivos de riesgo de enfermedad, la doctora Valdés ha afirmado que "los datos son positivos en hábito de fumar y actividad física, pero no en seguimiento de dieta".

Así, el 22,03 por ciento de la población encuestada se declaró fumadora, un porcentaje menor que la media (26,52%). Igualmente, frente al 45,7 por ciento de la media nacional, un 37,3 por ciento de los ciudadanos declaró no hacer ejercicio en su tiempo libre, frente un 24,6 por ciento que lo hace semanalmente; un 23 por ciento que lo hace ocasionalmente y un 12,6% que lo practica varias veces al mes. En cambio, un 65,85 por ciento no sigue alguna dieta o régimen especial, frente al 63,76 por ciento de la media nacional.

Madrid se ha marcado entre sus objetivos el fomento de la responsabilidad del paciente en sus cuidados, proporcionándoles herramientas que mejoren su cumplimiento terapéutico y utilizando la educación sanitaria como aspecto clave para conseguir un cambio en la conducta del individuo, según ha aputnado Juana Mateos, coordinadora de la Escuela Madrileña de Salud y moderadora del debate Retos de la Adherencia al Tratamiento.

A su juicio, "son también necesarios el detectar y resolver problemas en la utilización de los medicamentos mediante la revisión de tratamientos y revisión del uso de medicamentos", un objetivo en el
que ya se trabaja mediante herramientas como el Programa de Atención al Mayor Polimedicado.

Durante el mismo, se señaló también la relevancia de la sensibilización y formación de los profesionales para que sean capaces de establecer una buena relación terapéutica con pacientes familiares, estableciendo canales de comunicación efectivos adaptados a las características del pciente, creando un clima de diálogo que facilite a comprensión del paciente de su enfermedad y ratamiento, así como la toma de decisiones compartidas.