MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Investigación Wihuri y la Universidad de Helsinki, en Finlandia, han descubierto que algunos de los efectos nocivos de un medicamento contra el cáncer de uso común pueden ser aliviados mediante el uso de la terapia genética que estimula el crecimiento de vasos sanguíneos en el corazón.
El tratamiento con doxorubicina, que se utiliza comúnmente en una variedad de tipos de cáncer, conduce a la atrofia cardiaca y pérdida de masa corporal. Estos expertos encontraron que en corazón de ratón, doxorrubicina conduce a la rarefacción de los vasos sanguíneos, lo que impidieron mediante el tratamiento con la terapia génica usando el factor de crecimiento VEGF-B.
A medida que los avances en el tratamiento del cáncer han disminuido las muertes por cáncer, problemas del corazón inducidos por la doxorrubicina se han convertido en un problema creciente. Los nuevos hallazgos dan esperanza de que en el futuro el corazón podría estar protegido por la terapia génica, permitiendo el tratamiento del cáncer citostático más a fondo.
Por lo tanto, el cáncer en sí sería tratado con mayor eficacia y podrían evitarse los efectos adversos, como subraya el doctor Markus Räsänen, autor del descubrimiento, que se detalla en un artículo publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
EFECTO PROTECTOR DE UNA TERAPIA DE LOS VASOS SANGUÍNEOS
"La doxorrubicina, un agente citostático de la clase de las antraciclinas, que se utilizó en este estudio ha sido objeto de una intensa investigación en el mundo científico durante mucho tiempo tiempo y su papel se ha descrito en miles de artículos de investigación. Este artículo de investigación es el primero en el que la terapia dirigida a los vasos sanguíneos tiene un claro efecto protector contra la toxicidad de la doxorubicina", subraya el doctor Riikka Kivelä, supervisor del estudio.
"Nuestros resultados muestran que, especialmente las células endoteliales, las que forman la superficie interna de los vasos en el corazón, tienen un papel esencial en la protección contra la cardiotoxicidad. Se necesitan más estudios preclínicos para el desarrollo de la terapia génica de VEGF-B para la protección cardiaca de los pacientes", añade Räsänen.
En esta investigación participaron científicos del Instituto de Investigación Wihuri y las universidades de Helsinki, Jyväskylä y Oulu. La financiación fue proporcionada por el Instituto de Investigación Wihuri de la Academia de Finlandia, la Fundación Finlandesa de Investigación Cardiovascular, la Fundación Finlandesa del Cáncer y el Programa de Personas de la Unión Europea (Acciones Marie Curie).