Abogan por la prescripción de medicamentos por parte de enfermeros para visitas de seguimiento de los pacientes crónicos
MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Farmacología Joan Ramón Laporte propuso hoy la creación de un organismo que seleccione los medicamentos en función de su valor terapéutico con la finalidad de mejorar la salud de la población y ahorrar costes al Sistema Nacional de Salud. Asimismo, pidió que el proyecto de Ley de Garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios favorezca que la fijación de los precios sea "más transparente", y que los prospectos se redacten en las diferentes lenguas oficiales del país.
En su comparecencia en la Comisión de Sanidad en el Congreso, el director general Fundación Instituto Catalán de Farmacología y jefe de Servicio de Farmacología del Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona), propuso la creación de un organismo independiente, al margen de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para evaluar los productos y que tuviera en cuenta no solo la calidad y seguridad de los mismos, sino también el coste-efectividad y su valor terapéutico comparado con otros fármacos. A su juicio, actualmente "la Agencia Española de Medicamentos no grantiza del todo la seguridad de los productos, pero ha iniciado un proceso de cambio y mejora para solucionar esta situación".
Según Laporte, el Sistema Nacional de Salud no selecciona los medicamentos que más le conviene, y actúa como un comprador "ciego", como demuestra que 9 de los diez primeros medicamentos en gasto son protegidos por patente. En este sentido, indicó que "debería adquirir de forma más inteligente vinculando el precio del medicamento a su valor terapéutico, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evitar los efectos indeseados de los fármacos, que ocasionan entre el 10 y 20 por ciento de las urgencias hospitalarias".
Además, abogó por que orientase a sus profesionales en la selección de medicamentos --como cualquier empresa-- ofreciendo "una información objetiva y rigurosa, a diferencia de la industria farmacéutica, y favoreciendo una formación médica continuada". En concreto, Laporte criticó la "manipulación" por parte de la industria y la "falta de transparencia" en la fijación del precio de los medicamentos.
El también presidente del Comité de Medicamentos Esenciales de la OMS propuso que la normativa debería prohibir todo tipo de actividad comercial en el sistema sanitario, evitando los visitadores a médicos de Atención Primaria o, al menos, que se hiciera fuera del horario de trabajo. Respecto a los medicamentos innovadores (de menos de 5 años en el mercado), Laporte recomendó que "se incluyera una advertencia" en los mismos para que los usuarios cuenten con esa información y puedan decidir en base a ello.
Asimismo, abogó por que los prospectos sean escritos en más de una lengua oficial; que la normativa no obligue a que la receta se edite en la lengua oficial de Estado, ya que puede crear una "cierta confusión" en determinadas comunidades autónomas como Cataluña. Además, apuesta por establecer una lista de excepciones de situaciones de urgencia en las que se puedan dispensar medicamentos sin receta, así como incluir sanciones por "desidia o corrupción" por parte de la Administración durante la evaluación de los medicamentos, y que los enfermeros pudieran prescribir medicamentso en las visitas de seguimiento de los pacientes crónicos.
GARANTIZAR LOS MEDIOS NECESARIOS
En su opinión, este proyecto de ley tiene elementos muy positivos, al incluir medidas a favor de impulsar el mercado de los medicamentos genéricos, regular mejor las formas galénica innovadoras, prever la trazabilidad, favorecer la prescripción por principio activo, facilitar mayor formación de los profesionales, y fomentar una mayor transparencia en la difusión de resultados de ensayos clínicos.
En cualquier caso, la ley debería recoger que las administraciones públicas garantizasen que los medicamentos sean eficaces y seguros, protegieran el uso indebido de los mismos, persiguieran la publicidad engañosa, asegurasen el acceso inmediato a las moléculas innovadoras reales, y aplicaran las medidas necesarias para corregir el uso indebido de fármacos.
"El Gobierno tiene la obligación de dotar por ley de los medios necesarios para el cumplimiento de sus funciones, ya que si no lo hace atenta contra la salud de los ciudadanos", según este experto, quien indicó que "se debería colaborar entre todos los agentes".
Respecto al consumo de medicamentos en España, este experto recordó que supone casi un tercio del gasto público en salud, un porcentaje elevado en comparación con otros países europeos. Cada año se producen más de 700 millones de prescripciones a cargo del Sistema Nacional de Salud, basadas en el conocimiento, indicó Laporte.
PRESCRIPCIÓN POR OTROS PROFESIONALES
Por su parte, jefe del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínico de Barcelona, Francisco Javier Carné, abogó por que el texto incluya una mayor participación del farmacéutico en la modulación del acto terapéutico, y propuso que otros profesionales sanitarios (podólogos y odontólogos) tengan la facultad de prescribir un vademécum de medicamentos determinados, y bajo situaciones concretas. Asimismo, dijo que puede que haya ocasiones en las que sea "razonable" que los farmacéuticos dispensen medicamentos con receta médica, aunque los usuarios no la presenten.
Entre los aspectos mejorables, Carné se refirió al concepto de "uso compasivo", ya que en España es el único país que dentro del mismo se incluye el uso de los fármacos para indicaciones no aprobadas, estos deben ir por otra vía, porque se aumenta una burocracia "innecesaria". Además, las comunidades autónomas deberían participar en el proceso de la fijación de precios de los medicamentos, según el experto, quien destacó que "la normativa sí que mejora el uso racional de medicamentos".