MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Materiales Funcionales Nanoestructurados del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), también conocido como 'NanosFun', está trabajando actualmente en recubrimientos inspirados en mejillones para nanopartículas que mejoren el transporte de medicamentos a través de la barrera hematoencefálica.
Dirigido por el doctor Daniel Ruiz-Molina, el grupo se dedica a explorar rutas químicas para nuevas nanoestructuras moleculares con propiedades inspiradas en la naturaleza y respuestas inteligentes a estímulos externos. Además de las nanopartículas capaces de llegar al cerebro y cruzar otras barreras fisiológicas, el grupo también estudia la mucoadhesión, el mecanismo por el cual las mucosidades que se encuentran por todo el cuerpo humano, y en cavidades como los ojos y la boca, se adhieren a material biológico como la piel o el músculo.
"Los geckos pueden caminar por las paredes. Las hojas de la flor de loto se mantienen siempre limpias. La naturaleza está llena de soluciones maravillosas testeadas por el tiempo para dar respuesta a diferentes desafíos. La ciencia trabaja para reproducir y repensar estos fenómenos diseñando respuestas más sostenibles a los desafíos humanos. Es un campo relativamente nuevo, surgido hace unos 10 o 12 años, y ha crecido de manera exponencial hasta dar lugar a una comunidad científica inspirada en el mundo natural", explican desde el ICN2.
La cartera de potenciales aplicaciones que investiga el grupo también incluye trabajos sobre bioadhesivos para su uso en odontología, reparación de heridas y cirugía. Sobre estos posibles usos debatieron los pasados 10 y 11 de octubre en un evento celebrado en el ICN2 que estuvo centrado en el diseño de adhesivos para entornos húmedos inspirados por los mejillones.
PROPIEDADES DE LOS MEJILLONES
"Los mejillones son unas criaturas que posee una habilidad interesante: la capacidad de adherirse a las superficies bajo el agua. Usan secreciones similares al pegamento para sujetarse a rocas bañadas por las olas y entre sí gracias a fibras que recuerdan a la seda. Esto les permite absorber los nutrientes del agua mientras permanecen anclados y seguros", detallan los científicos.
Este poder de adherencia, según apuntan desde el ICN2, se puede utilizar para mejorar el suministro de medicamentos, aumentando los tiempos de contacto y permitiendo un mayor control sobre las tasas de liberación. Los investigadores han estudiado las secreciones de los mejillones, y han reproducido su estructura molecular para desarrollar los primeros adhesivos y recubrimientos sintéticos húmedos.
Estas sustancias bioinspiradas podrían encontrar usos en el transporte marítimo, la filtración y la medicina, gracias a propiedades tanto adhesivas como antiadherentes. Por ejemplo, señalan que ya existen recubrimientos antiincrustantes para la parte inferior de los barcos, de forma que percebes, mejillones y algas no aumenten el consumo de combustible.
Por otro lado, aseguran que en Medicina se pueden usar adhesivos sintéticos "fuertes pero no tóxicos" basados en proteínas de la base del mejillón para cirugía sin suturas y en la reparación de otras heridas. "El compuesto orgánico que lo hace posible, el catecol, puede usarse también en la preparación de nanopartículas para sistemas de liberación de fármacos más efectivos", concluyen.