MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
La resistencia a los antibióticos plantea un desafío serio y en ocasiones mortal para el tratamiento de infecciones bacterianas graves. En un artículo que se publica este jueves en la revista de acceso abierto 'PLOS Biology', los profesores Kristofer Wollein Waldetoft y Sam P. Brown, del Instituto Tecnológico de Georgia, en Atlanta, Estados Unidos, proponen que el desarrollo de terapias alternativas para infecciones leves podría ayudar a retrasar el desarrollo y la propagación de la resistencia a los antibióticos, preservando así la efectividad de estos medicamentos para su uso en infecciones graves.
La resistencia a los antibióticos se produce cuando los patógenos bacterianos cambian de manera que reducen la eficacia de los medicamentos y se convierte en un problema grave cuando estas cepas resistentes se multiplican. Cada año, más de 20.000 personas mueren por infecciones resistentes a los antibióticos solo en Estados Unidos. La mayoría de las investigaciones para identificar alternativas a los antibióticos, como los virus que matan las bacterias, se han centrado en atacar a los insectos responsables de infecciones graves utilizando terapias alternativas; pero estos esfuerzos han tenido poco éxito.
Para identificar enfoques que podrían ser más efectivos, Waldetoft y Brown revisaron trabajos previos sobre el uso de antibióticos y emplearon un marco evolutivo para analizar los datos, determinando que el uso generalizado de antibióticos contra ciertas infecciones leves puede contribuir significativamente al desarrollo de resistencia a los antibióticos. Esto es, en parte, porque los antibióticos pueden incentivar la resistencia en cualquier bacteria presente en un paciente, no solo en el patógeno objetivo. Y dado que muchos antibióticos funcionan de manera similar, un solo antibiótico puede promover la resistencia a muchos fármacos.
Como resultado, estos expertos concluyeron que los esfuerzos de investigación para desarrollar terapias alternativas deberían cambiar el enfoque de las infecciones severas a las más leves. El análisis sugiere que las terapias alternativas para ciertas infecciones leves (que pueden ser más fáciles de desarrollar) podrían ralentizar indirectamente el desarrollo de la resistencia a los antibióticos en los patógenos más peligrosos, lo cual podría ayudar a mantener la capacidad de usar antibióticos contra infecciones graves para las cuales ha sido difícil desarrollar medicamentos nuevos.
Los autores señalan que el desarrollo de alternativas no antibióticas para infecciones leves es solo una estrategia para combatir la resistencia a los antibióticos. Otras terapias podrían incluir cursos más cortos de tratamiento con antibióticos y el uso de antibióticos que actúan contra un rango más estrecho de especies.