MADRID 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La delegada de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) en el País Vasco, la doctora María Dolores Martínez, ha asegurado que la integración del farmacéutico de hospital en los centros sociosanitarios podría reducir su gasto farmacéutico en un 30 por ciento.
A juicio de esta experta, presidenta de la Sociedad Vasca de Farmacia Hospitalaria el actual modelo de prestación farmacéutica está "obsoleto", y, por tanto, "no es sostenible debido a su alto coste, ni responde a las necesidades de las personas residentes en estos centros".
En estos términos se manifestaba dentro del I Foro Norte de Farmacia Hospitalaria, que se celebra en Vitoria, donde se han reunido farmacéuticos de hospital, gestores sanitarios y médicos para intercambiar las experiencias desarrolladas en sus comunidades autónomas.
Durante el encuentro, han coincidido en afirmar el necesario cumplimiento del Real Decreto Ley 16/2012, donde se obliga a todas las CCAA de disponer en los centros sociosanitarios con cien o más plazas de un servicio de Farmacia Hospitalaria propio o un depósito de medicamentos dependiente de dicho servicio del hospital de la red pública de referencia.
El modelo de prestación dependiente del farmacéutico de hospital, "más eficiente y sostenible" está implantado en Aragón, Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia, Navarra, Valencia y La Rioja. En el resto de comunidades la prestación se lleva a cabo por parte de las oficinas de farmacia mediante receta médica, pero el farmacéutico no está integrado como un profesional más en el equipo multidisciplinar.
Las personas residentes en los centros sociosanitarios son pacientes crónicos de características complejas, heterogéneas y cambiantes, lo que hace necesario desarrollar una atención basada en equipos multidisciplinares (médico, enfermera, farmacéutico, rehabilitador, nutricionista, psicólogo, etc.).
"Hay que ser conscientes de que las personas residentes en estos centros no están aquí de forma temporal. Y si bien en los hospitales la acción médica se centra en curar, en estos centros también hay que cuidar al enfermo, es decir, controlar la enfermedad, sus complicaciones y secuelas", concreta Martínez.
En principio, aunque las funciones a desarrollar por el farmacéutico de hospital en estos centros serían las mismas que en el hospital aunque con la particularidad de que se tratan sobre todo pacientes mayores con más riesgo de eventos adversos relacionados con el elevado número de medicamentos que consumen.
Asimismo, añade, "la propia institucionalización del paciente constituye también un importante factor de riesgo de utilización de fármacos potencialmente inadecuados en pacientes mayores, por lo que hay que adaptar algunas funciones del farmacéutico de hospital a este tipo de centros".