Los inhibidores de la integrasa reducen la transmisión de VIH en hombres que tienen sexo con hombres, según estudio

Publicado: miércoles, 2 octubre 2019 16:51

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El tratamiento antirretroviral (TAR) con inhibidores de la integrasa (INI) en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) infectados por VIH podría reducir el número de infecciones transmitidas por vía sexual durante los dos primeros meses después de iniciado el tratamiento, en comparación con regímenes terapéuticos basados en otras clases de fármacos antirretrovirales, según ha demostrado un estudio de modelización matemática realizado por investigadores españoles.

Un estudio de modelización matemática liderado por el Dr. Juan Berenguer, jefe de Grupo de Investigación Clínica en VIH/Sida del Instituto de Investigación Gregorio Marañón (IiSGM) del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid e integrante de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) y que ha sido publicado en la revista PLoS ONE, muestra que en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) infectados por VIH y sexualmente activos,

Los HSH son el principal grupo de población que perpetúa la epidemia de VIH en países como España, en los que ha disminuido la incidencia en otras poblaciones, como los usuarios de drogas inyectadas. Según estos científicos, la persistencia de la epidemia entre los HSH se explica "en gran parte por la alta probabilidad de la transmisión del VIH asociada con el sexo anal receptivo".

Diferentes ensayos clínicos y estudios observacionales han ofrecido pruebas de que cuando un paciente infectado por VIH inicia TAR y logra una carga viral indetectable en sangre, no transmite la infección a sus parejas sexuales. A su vez, numerosos ensayos clínicos han mostrado que los regímenes que incluyen inhibidores de la integrasa da lugar a una reducción más rápida de la carga viral de VIH en sangre que cuando se utilizan regímenes basados en inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos (ITINN) o inhibidores de la proteasa (IP).

Puesto que no es posible realizar un ensayo clínico para evaluar de qué manera influye el inicio de TAR con diferentes pautas sobre la probabilidad de transmisión sexual del VIH, los investigadores dar respuesta a esta pregunta mediante modelización matemática. Para ello, desarrollaron un modelo de simulación de eventos discretos para estimar el número de infecciones por VIH transmitidas por HSH a sus parejas sexuales durante las primeras 8 semanas después del inicio del TAR con diferentes regímenes terapéuticos basados en INI como dolutegravir (DTG) y raltegravir (RAL); ITINN como efavirenz (EFV); e IP como darunavir potenciado con ritonavir (DRVr).

Para calibrar el modelo, utilizaron información de ensayos clínicos y metanálisis publicados en los últimos años sobre la actividad sexual de HSH infectados por VIH, sobre la dinámica de caída de la carga viral de VIH después del inicio del TAR con diferentes regímenes y, finalmente, sobre el riesgo de transmisión dependiendo del tipo de acto sexual y de la carga viral de VIH en el momento de dicho acto sexual.

En concreto, para estimar la caída de la carga viral durante las primeras 8 semanas después del inicio del TAR, accedieron a las bases de datos originales de tres grandes ensayos clínicos de TAR de inicio: el estudio 'Single' que comparó DTG frente a EFV, el estudio 'Spring-2' que comparó DTG frente a RAL y finalmente el estudio 'Flamingo' que comparó DTG frente a DRVr.

Se simularon en total 5 millones de pacientes para asegurar la estabilidad del modelo. El estudio confirmó que, en HSH infectados por el VIH, todas las pautas terapéuticas estudiadas redujeron sustancialmente el número de nuevas infecciones por VIH transmitidas por vía sexual tras el inicio de tratamiento antirretroviral en comparación con el número esperado de transmisiones sin tratamiento antirretroviral.

Sin embargo, se observaron diferencias entre los diferentes regímenes terapéuticos. Por cada 100 HSH con infección por VIH simulados, en ausencia de TAR ocurrieron aproximadamente 15 nuevas infecciones trasmitidas durante las 8 semanas de observación. Con DTG o RAL el número de infecciones transmitidas se redujo en 99,90 por ciento en comparación con la ausencia de tratamiento, mientras que con EFV y DRVr la reducción de transmisiones fue del 76 y 60 por ciento, respectivamente.

Las diferencias en el número de infecciones transmitidas simuladas fueron siempre menores en los tratados con DTG que en los tratados con los comparadores, de forma que en la reducción de infecciones simuladas con DTG fue del 0,52 por ciento en comparación con RAL, del 22,72 por ciento en comparación con EFV y del 38,67 por ciento en comparación con DRVr. Es decir, el número de pacientes simulados necesarios para tratar con DTG frente al comparador para prevenir una nueva infección transmitida fue de 2.194 en comparación con RAL, de 48 en comparación con EFV y de 31 en comparación con DRVr.