MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las patronales de la industria farmacéutica de medicamentos innovadores, genéricos y biosimilares, Farmaindustria, Aeseg y Biosim, han reclamado su papel en el Pacto de Estado por la Sanidad, un acuerdo que, en su opinión, ha de cimentarse sobre unas bases de eficiencia, equidad y una financiación suficiente y consensuarse con todos los agentes implicados, como grupos políticos, gobierno, administraciones, pacientes e industria.
Así lo han manifestado el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés; el director general de Aeseg, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda; y el presidente de Biosim, Joaquín Rodrigo, durante su participación en la cuarta sesión del ciclo de encuentros 'Nuestra contribución al Pacto de Estado por la Sanidad', organizado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef) en la Real Academia Nacional de Farmacia.
"Introducir nuevos medicamentos para un uso más eficiente de los recursos, garantizar una coordinación adecuada para asegurar la equidad y aprobar una financiación suficiente son las tres bases sobre las que debería asentarse un Pacto de Estado para impulsar el Sistema Nacional de Salud y afianzar su sostenibilidad futura y vigencia como uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo por su cobertura y calidad de servicios", ha dicho Arnés.
A su juicio, la eficiencia en el uso de los recursos disponibles constituye "una obligación inexcusable", y es un ámbito donde hay margen de mejora, ya que en torno a un 20-30 por ciento de los recursos destinados a la sanidad se utilizan de forma ineficiente: intervenciones sanitarias innecesarias, duplicación de pruebas diagnósticas, problemas de coordinación entre niveles asistenciales o medicación de dudosa eficacia.
En el terreno estrictamente farmacéutico, Arnés ha destacado la necesidad de aumentar la eficiencia del consumo de medicamentos a través de una estrategia informativa y educativa dirigida a los ciudadanos sobre su uso adecuado y acciones para mejorar la adherencia, especialmente en pacientes crónicos y polimedicados; hacer mayor énfasis en las terapias preventivas (vacunas, hipolipemiantes, antihipertensivos, antiulcerosos, etc.), dada su capacidad para ahorrar costes futuros, muy por encima del incremento del gasto farmacéutico que puntualmente podría conllevar; y corregir ineficiencias a través de la medición de resultados en salud y sus costes asociados.
"Es posible gracias a la revolución de las tecnologías digitales, que permiten la medición de un gran número de variables y la relación entre ellas. Asimismo, y como consecuencia de este nuevo planteamiento, deben introducirse fórmulas inteligentes para financiar los nuevos fármacos. Pudiendo medir el valor real que aporta un fármaco en la práctica clínica es posible actuar con fórmulas de riesgo compartido o similares", ha recalcado Arnés.
La escasez crónica de recursos financieros es, en opinión de Arnés, uno de los puntos débiles del actual sistema sanitario español, que, pese a su indudable calidad, adolece de un déficit financiero estructural superior a los 10.000 millones de euros (alrededor de 1 punto del PIB). Y esta mayor financiación del sistema debe ir acompañada de una coordinación más eficaz que evite inequidades en las prestaciones sanitarias.
Por ello, Arnés ha comentado que el sistema debe vertebrarse en torno a un "coordinador único en un modelo descentralizado con 17 comunidades con autonomía de gestión en la prestación de la asistencia sanitaria pública. A su entender, poniendo en marcha estos elementos, la sanidad española podrá afrontar con garantías los importantes retos que se avecinan como el envejecimiento de la población, los cambios en el estilo de vida, la cronicidad de muchas enfermedades o la introducción de nuevas tecnologías biomédicas en ámbitos como la genómica y la proteómica.
CONVIVENCIA DE FÁRMACOS INNOVADORES CON GENÉRICOS
Por su parte, Rodríguez de la Cuerda ha comentado que en España tiene un sistema sanitario "magnífico pero con recursos financieros insuficientes", por lo que ha abogado por un Plan estratégico con políticas farmacéuticas donde convivan fármacos innovadores y tecnología sanitaria con otras opciones más coste-eficientes como los medicamentos genéricos, que proporcionan sostenibilidad, accesibilidad y desarrollo industrial.
"Consensuado con todos los agentes del sector, el plan debe estar dotado de una financiación suficiente, realista y asumible por las comunidades autónomas y la Administración central, y asegurar el acceso a los medicamentos en todo el territorio nacional en igualdad de condiciones y bajo el paraguas de la cohesión. Además, en una sociedad donde la esperanza de vida y la cronicidad aumentan, el genérico es capital en cualquier plan estratégico", ha apostillado el director general de Aeseg.
En este sentido, ha apelado a su sector como uno de los motores más interesantes de la economía del país, y más comprometido con el PIB. Asimismo, ha propuesto que el ahorro que generan los genéricos revierta en una mejor financiación de medicamentos innovadores y dotación del sistema sanitario, y reclamó estabilidad jurídica para el sector.
Por último, Rodrigo ha asegurado que "imprescindible" un Pacto de Estado por la Sanidad, pero que evite el uso de ésta como arma arrojadiza, y ha defendido que la industria de los biosimilares tenga también cabida porque estos medicamentos aportan al Sistema Nacional de Salud eficiencia, mayor accesibilidad y una mayor sostenibilidad.