Industria farmacéutica europea evidencia discrepancias en percepción del valor de innovación a reguladores y pagadores

Investigadoras en un laboratorio, muestras de sangre
Investigadoras en un laboratorio, muestras de sangre - FLICKR - Archivo
Publicado: jueves, 18 julio 2019 13:55


MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudio elaborado por la consultora especializada Iqvia, por encargo de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), ha reflejado una "severa discrepancia" en la percepción del valor añadido que ofrece la innovación incremental a reguladores y pagadores, que "raramente" la entienden como un progreso frente los tratamientos ya existentes, mientras que pacientes y médicos sí consideran estas mejoras como un avance importante para el abordaje de la enfermedad.

El informe, que propone un cambio terminológico para comenzar a hablar de innovación terapéutica centrada en las personas en lugar de incremental, ha analizado cómo ha sido contemplado históricamente en Europa el valor de estos nuevos fármacos desde una perspectiva integral, no sólo clínica, por las administraciones públicas y otros agentes decisores en materia de precio y reembolso.

Entre los productos analizados por Iqvia destacan un inhalador que combina dos fármacos de administración conjunta; un tratamiento de cuatro moléculas concentrado en una sola pastilla diaria; un antidiarreico que, una vez aprobado, se muestra efectivo contra la encefalopatía hepática, o la combinación de tramadol y paracetamol en un solo comprimido para mejorar la adherencia al tratamiento contra el dolor.

En general, según ha evidenciado el informe, médicos y pacientes reconocen la notable aportación terapéutica de estas innovaciones y las sitúan al mismo nivel en términos de valor añadido que a los fármacos que presentan mecanismos de acción completamente nuevos. En cambio, reguladores y pagadores, que sí reconocen el valor añadido a esos medicamentos radicalmente innovadores, se resisten a hacerlo con las distintas fórmulas de mejora que se agrupan bajo el concepto de innovación incremental.

La baja estima que pagadores y reguladores tienen de estos fármacos impacta directamente en los procesos de aprobación y fijación de precio. De hecho, la media de las decisiones de las agencias nacionales al respecto es siempre inferior al precio fijado para el medicamento de referencia en esa indicación, llegando a reducciones de entre el 15 por ciento y el 20 por ciento en países como Italia, España, Suecia y Holanda.

En consecuencia, la falta de consideración de todos los beneficios reales, no sólo clínicos, que genera la innovación incremental supone, tal y como se desprende del informe, un "obstáculo" para el acceso de los pacientes a estos medicamentos que, al final del proceso de aprobación y fijación de precio, o no son incluidos en la prestación farmacéutica pública o, si lo son, es a precios "tan bajos" que su lanzamiento y producción "no resulta de interés para la compañía farmacéutica que ha invertido tiempo y dinero en su desarrollo".

Ante esta realidad, el estudio ha propuesto que pacientes y profesionales sanitarios participen en los procesos de evaluación de tecnologías sanitarias; incluir en esa evaluación información sobre la experiencia de uso del producto; incorporar información adicional de un fármaco tras su lanzamiento que permita reevaluarlo y considerar mejor el valor global que aporta, junto a la consideración por parte de los reguladores y pagadores de la opinión de otros agentes del sector para la fijación del precio más justo.