VALÈNCIA 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico Universitario de València, ha participado en un subestudio del ensayo clínico Dapa-TAVI sobre el efecto de dapagliflozina, un reductor de la glucosa en sangre, sobre la calidad de vida de los pacientes después de una implantación valvular aórtica transcatéter (TAVI, por sus siglas en inglés).
Incliva, que ha informado de esta investigación en un comunicado, ha explicado que la dapagliflozina es "un medicamento para ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2 que ha mostrado otros beneficios importantes en el ámbito cardiovascular y renal".
Este subestudio, cuyos resultados se han publicado recientemente en Journal of American College of Cardiology (JACC), concluye que los pacientes que recibieron dapagliflozina después de una implantación valvular aórtica transcatéter no mostraron una mejora adicional en la calidad de vida en comparación con aquellos que solo recibieron el tratamiento estándar, ha señalado el instituto.
La doctora Clara Bonanad, cardióloga e investigadora Juan Rodés del Grupo de Investigación Traslacional en Cardiopatía Isquémica de Incliva coordinado por el doctor Vicente Bodí --investigador también del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), del Instituto de Salud Carlos III-- es la primera firmante y coautora de correspondencia del artículo que habla de este estudio.
En el artículo han participado, además, el doctor Juan Sanchís Forés, coordinador del Grupo de Investigación en Cardiología Clínica de Incliva y jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de València; el doctor Sergio García Blas, cardiólogo e investigador de este mismo grupo; y Daznia Bompart y Francisca Esteve Claramunt, del mismo grupo de investigación que la doctora Bonanad.
El ensayo Dapa-TAVI es un estudio aleatorizado promovido por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), que investigó la adición de dapagliflozina tras el procedimiento de TAVI.
Los resultados principales del ensayo, presentados en la sesión científica del American College of Cardiology (ACC) celebrado en Chicago y simultáneamente publicado en el New England Journal of Medicine a finales del pasado mes de marzo, mostraron que la adición de dapagliflozina en adultos mayores sometidos a TAVI se asoció con una incidencia significativamente menor de muerte o empeoramiento de la insuficiencia cardíaca en comparación con el tratamiento estándar.
En el actual subestudio, los investigadores evaluaron el cambio en la puntuación del Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City (KCCQ) --una herramienta basada en la percepción del paciente para medir síntomas y limitaciones físicas y sociales-- desde el inicio hasta los tres y doce meses posteriores al procedimiento, con el fin de analizar el posible impacto de la dapagliflozina en la calidad de vida, ha agregado Incliva.
Asimismo, ha expuesto que los investigadores observaron que, entre los 964 pacientes del estudio con una puntuación KCCQ inicial, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos de pacientes --los que tomaron dapagliflozina y los que no lo hicieron-- en la magnitud de la mejora a los tres o doce meses. A los doce meses, proporciones similares de pacientes en los grupos de dapagliflozina y control mostraron mejoras clínicamente significativas.
"PROFUNDO EFECTO"
"Estos resultados destacan el profundo efecto del TAVI en el alivio de los síntomas y la calidad de vida en adultos mayores con estenosis aórtica grave. Sin embargo, no se observó una mejora adicional en el estado de salud --evaluado mediante el KCCQ-- con dapagliflozina en estos pacientes", ha afirmado Clara Bonanad.
El investigador principal del ensayo Dapa-TAVI, el doctor Sergio Raposeiras-Roubín, del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, ha señalado que existe una base biológica plausible para esperar mejoras en el estado de salud con dapagliflozina, ya que incluso después de una sustitución valvular exitosa, muchos pacientes continúan presentando una capacidad funcional reducida debido a disfunción diastólica residual, congestión subclínica o fibrosis miocárdica, mecanismos sobre los que los inhibidores de SGLT2 --fármacos, como la dapagliflozina, que inicialmente surgieron para la diabetes y posteriormente se descubrió que actuaban protegiendo al riñón y al corazón en el desarrollo de insuficiencia cardiaca-- pueden influir positivamente gracias a sus efectos diuréticos, antiinflamatorios y metabólicos.
MEJORA DE SÍNTOMAS Y CALIDAD DE VIDA
Incliva ha expuesto que la dapagliflozina "ha demostrado mejorar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca, gracias a mecanismos como la eliminación de exceso de líquidos, la reducción de la presión cardíaca, la mejora de la función ventricular, sus efectos antiinflamatorios y la ayuda en la pérdida de peso, especialmente en casos con congestión persistente".
Sin embargo, ha apuntado, los investigadores del actual subestudio concluyen que "no se deberían esperar necesariamente mejoras en los síntomas o en la calidad de vida atribuibles a la dapagliflozina más allá de las logradas con el reemplazo valvular en sí en los pacientes con estenosis aórtica grave sintomática sometidos a TAVI, a pesar de mostrar beneficios en pacientes con insuficiencia cardíaca".
En los pacientes con estenosis aórtica grave sintomática sometidos a TAVI el principal determinante de los síntomas y del deterioro del estado de salud es la obstrucción mecánica fija causada por la válvula aórtica estenótica y, una vez que esta obstrucción se alivia mediante el reemplazo valvular, se produce una mejora hemodinámica inmediata y profunda que impulsa una recuperación sintomática y funcional sustancial, ha añadido el instituto.
Finalmente, los investigadores de este centro en el contexto del implante de prótesis aórtica transcatéter (TAVI), donde se ha demostrado que la dapagliflozina reduce la mortalidad y la insuficiencia cardíaca, señalan que los resultados sobre la calidad de vida a corto plazo fueron neutros. "Esto se debe a que el propio procedimiento mejora de forma tan notable la calidad de vida que resulta difícil superarlo en un periodo tan breve", ha indicado el instituto.
Los estudiosos sugieren que los futuros ensayos en este perfil de pacientes se enfoquen en aquellos con congestión persistente, biomarcadores elevados o bajas puntuaciones de KCCQ tras el TAVI, para identificar mejor a quienes podrían beneficiarse sintomáticamente de la inhibición de SGLT2.