MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El impacto emocional del cáncer en el paciente, así como en los propios profesionales sanitarios, ha estado en el centro del 'II Foro Científico Nacional de inmuno-oncología EMOTION' de Bristol Myers Squibb, una reunión dirigida a profesionales sanitarios en el que el objetivo es ir más allá de la ciencia y revisar el papel de la inmuno-oncología en el tratamiento del cáncer desde el punto de vista clínico y emocional.
"El impacto emocional del cáncer es incuestionable en los pacientes. El diagnóstico, los efectos del tratamiento y las secuelas de la enfermedad deben ser atendidas para mejorar las posibilidades de supervivencia. Pero no se debe olvidar tampoco que esta enfermedad también tiene un gran impacto en los profesionales sanitarios que tratan a pacientes oncológicos", apunta el doctor Santiago Cabezas, del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid.
Así, más allá del impacto emocional, el programa de la edición de este año se ha estructurado en cuatro grandes bloques que pretenden repasar el viaje del paciente por todo el sistema, para de esta forma identificar necesidades no cubiertas en cada una de las etapas: diagnóstico, tratamiento y supervivencia.
UN REPASO A TODO EL VIAJE DEL PACIENTE
Uno de los asuntos que ha capitalizado el debate ha sido la experiencia del paciente oncológico en el diagnóstico y la llegada de la inmunoterapia a estadios tempranos. "Los buenos resultados logrados en pacientes con cáncer avanzando nos hacen ser optimistas y pensar que este nuevo paradigma de tratamiento puede ser eficaz también en fases más tempranas de la enfermedad. Ya se están llevando a cabo algunos ensayos en este contexto y los resultados son esperanzadores", explica la doctora Reyes Bernabé, del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y otra de las integrantes del comité científico del foro.
Los avances en el tratamiento del cáncer se están traduciendo en una mayor supervivencia tras un diagnóstico de cáncer, habiendo cada vez más pacientes largos respondedores y largos supervivientes. "Para poder dar una cobertura a todas las necesidades y poder mejorar la calidad vida de estos pacientes largos supervivientes o largos respondedores, es muy importante tener en cuenta sus necesidades pensado al paciente en 360 grados", añade la doctora.
Es decir, los comités multidisciplinares, la formación continuada de los profesionales, una buena comunicación entre los centros de primaria y los hospitales tratantes y la incorporación de nuevas disciplinas al seguimiento de estos pacientes son actuaciones que priorizar con el fin de poder garantizar un buen control de los síntomas a corto y largo plazo, junto con sus otras patologías de base asociadas de estos pacientes.