SALAMANCA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación liderado por Ángel Hernández Hernández, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Salamanca y director del Grupo de Señalización Redox en Neoplasias Hematológicas del Instituto de Investigación Biomédica (Ibsal), ha identificado las proteínas SHP1 y SHP2 como "dos nuevas dianas farmacológicas para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para la leucemia mieloide aguda".
Así lo ha indicado su máximo responsable en la información facilitada a través del servicio de Comunicación de la USAL, que detalla también que la leucemia mieloide aguda (LMA) es una enfermedad hematológica caracterizada por la división rápida y descontrolada de progenitores de células mieloides de la sangre.
Este desorden hematológico representa el 40 por ciento de todos los casos de leucemia mundiales y se estima que en España afecta a 15 personas por millón de habitantes al año, principalmente adultos.
Ahora, los resultados del trabajo -financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO), la Fundación Ramón Areces y la Junta de Castilla y León- cuya línea de investigación profundiza en la diferenciación de células leucémicas mediante la inhibición por oxidación de las proteínas 'SHP1' y 'SHP2' con el empleo de unos agentes químicos conocidos con el nombre de ésteres de forbol, han sido publicados por la revista Journal of Experimental and Clinical Cancer Research.
Según la USAL, las especies reactivas del oxígeno o 'ROS', de sus siglas en inglés, han sido estudiadas durante "largo tiempo" por sus efectos dañinos para distintos componentes celulares, ya que "son los principales causantes del denominado estrés oxidativo, que conduce al envejecimiento o a algunas enfermedades como el cáncer. Sin embargo, la célula necesita determinados niveles de estas sustancias controlados de una manera muy precisa para realizar sus funciones correctamente".
Este es el campo de trabajo en el que invierte sus esfuerzos desde hace ya varios años el grupo de investigación de Ángel Hernández Hernández, que se centra, "especialmente", en desentrañar la participación de las ROS en procesos fisiológicos de señalización celular, un fenómeno conocido como 'señalización redox'.
A partir del conocimiento exhaustivo de este proceso, Hernández y su equipo persiguen con trabajos como el publicado "desarrollar estrategias terapéuticas basadas en mecanismos redox contra leucemias mieloides, patologías en las que es común encontrar alteraciones en los niveles de ROS celulares", ha explicado el científico de la USAL.
BLOQUEO
A pesar de tratarse de una patología muy heterogénea en diversos aspectos, en todos los casos aparece un bloqueo en el proceso de diferenciación, lo que conduce a la acumulación de células leucémicas en sangre y órganos linfoides.
Superar este bloqueo en la diferenciación hematopoyética "ayudaría a la eliminación de las células leucémicas", ha subrayado Ángel Hernández a través de la Universidad de Salamanca.
Sin embargo, esta estrategia "solo se ha podido emplear con éxito en un tipo muy particular de LMA, la leucemia promielocítica aguda, que desde el inicio de los años 2000 se trata con gran éxito con la combinación de ácido trans-retinoico (ATRA) y trióxido de arsénico (As2O3), conocido en clínica como trisenox".
Desde entonces, "una gran cantidad de trabajos científicos han intentado encontrar nuevos agentes que induzcan la diferenciación de progenitores leucémicos en otros sub-tipos de LMA", ha indicado.
En el trabajo recientemente publicado, y desarrollado "fundamentalmente" gracias al esfuerzo de los investigadores del grupo Alejandro Pérez Fernández y Guillermo López Ruano, se han analizado los fenómenos celulares que gobiernan la diferenciación de células leucémicas en respuesta a unos agentes químicos conocidos como ésteres de forbol.
Concretamente, estas sustancias provocan la formación de ROS y provocan la inhibición por oxidación de las proteínas SHP1 y SHP2, lo que parece "determinante" para que se desencadene el proceso de diferenciación.
ESTUDIOS
Bajo esta premisa, el equipo de científicos ha analizado la posibilidad de emplear un inhibidor de SHP1 y SHP2 (NSC87877), en combinación con el éster de forbol natural prostratina, como estrategia terapéutica frente a células de LMA no pertenecientes a la sub-clase de la leucemia promielocítica aguda.
La combinación de ambos agentes ha mostrado ser "muy efectiva frente a varias líneas celulares modelo de LMA no promielocítica y, además, han mostrado ser efectivos in vivo, puesto que retrasaron el avance de la enfermedad en un modelo animal de LMA", han destacado sus promotores.
Finalmente, en colaboración con el Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, se ha realizado un estudio in vitro de la capacidad de la prostratina y el NSC87877 de reducir el potencial de autorrenovación de células de médula ósea de pacientes con LMA.
En este caso, la combinación de ambos fármacos ha resultado "más efectiva que los agentes administrados de forma individual, mostrando el posible beneficio de una terapia combinada en este aspecto", ha concluido Ángel Hernández Hernández.