MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos han identificado marcadores genéticos asociados con resistencia a uno de los fármacos más comúnmente empleados contra la malaria en el sudeste asiático. Los resultados de dos estudios independientes de Camboya, cuyos resultados se detallan en un artículo publicado en 'The Lancet Infectious Diseases', podrían utilizarse para ayudar a rastrear y contener la propagación de la enfermedad resistente a los medicamentos en la región.
Los investigadores encontraron que 'Plasmodium falciparum', la especie más común de parásitos de la malaria, con múltiples copias (amplificación) de los genes plasmepsina 2 y plasmepsina 3 y la variante exo-E415G, fue menos sensible al medicamento antimalárico piperaquina y podrían identificar con alta precisión en qué pacientes fallaría el tratamiento.
Sin embargo, se necesita más investigación para establecer si la amplificación del gen plasmepsina causa realmente resistencia a la piperaquina y para explorar si esta asociación se extiende a otras partes del mundo.
Más de 200 millones de personas están infectadas con 'P. Falciparum', que mata a alrededor de medio millón de personas cada año. En todo el mundo, los esfuerzos de control con antimaláricos dependen principalmente de tratamientos combinados basados en la artemisinina que han sustituido a fármacos más antiguos a los que el parásito de la malaria había desarrollado resistencia.
La combinación de artemisinina más piperaquina (dihidroartemisinina-piperaquina) es un tratamiento de primera línea para la malaria en el sudeste asiático. Sin embargo, en los últimos años, la aparición de resistencia a estos fármacos en Camboya supone que el tratamiento falla en hasta el 60 por ciento de los pacientes en varias provincias. Hay temores de que la resistencia podría extenderse a otras regiones donde el paludismo es endémico, como el África subsahariana, donde se producen el 90 por ciento de los casos de malaria.
Para trazar la propagación de la resistencia en tiempo real y ayudar a los servicios públicos de salud a eliminar la malaria se necesitan esfuerzos en áreas de alta prioridad y herramientas genéticas para detectar los parásitos de la malaria resistentes a múltiples fármacos. Estudios de asociación del genoma completo (GWAS, por sus siglas en inglés) pretenden identificar las variaciones genéticas entre los parásitos 'P. Falciparum' que pueden vincularse a variaciones en la resistencia a los medicamentos.
GWAS recientes han encontrado marcadores genéticos relacionados con resistencia a artemisinina (K13) y a mefloquina (Pfmdr1), pero hasta ahora no habían sido identificados marcadores de resistencia a otros fármacos de la combinación. En el primer estudio, un equipo internacional de científicos dirigido por el doctor Didier Ménard, del Instituto Pasteur de Camboya, encontró que la amplificación de genes de plasmepsina en el genoma de 'P. Falciparum' estaba vinculada a resistncia a la piperaquina.
El equipo comenzó recogiendo parásitos de la sangre de 725 pacientes tratados con dihidroartemisinina-piperaquina, analizando la susceptibilidad del fármaco in vitro de 31 líneas de parásito mediante una prueba de supervivencia de piperaquina y comparando con los genomas de los que eran resistentes y los que no. Las señales más fuertes fueron agrupadas alrededor de los genes plasmepsina 2 y plasmepsina 3.
HASTA 20 VECES MÁS PROBABILIDADES DE FALLO DEL TRATAMIENTO
Los investigadores después confirmaron sus hallazgos en una serie de 725 parásitos 'P. Falciparum' recogidos de pacientes por todo Camboya desde 2009. Los individuos infectados con parásitos con múltiples copias del gen plasmepsina 2 (que normalmente están presentes en sólo una copia) presentaban en promedio 20 veces más probabilidades de experimentar fallos del tratamiento dihidroartemisinina-piperaquina.
Además, la distribución geográfica y el aumento de la proporción de parásitos con múltiples copias de estos genes de plasmepsina en Camboya se correspondieron con áreas con aumento de fracasos del tratamiento dihidroartemisinina-piperaquina en los últimos años.
El doctor Ménard explica: "Ahora sabemos que la amplificación de los genes plasmepsina 2 y plasmepsina 3 es un factor importante a la hora de determinar cómo piperaquina mata a los parásitos de la malaria. Podía usarse herramienta genética combinando este nuevo marcador con marcadores de resistencia a la artemisinina y mefloquina para rastrear la propagación de la resistencia y proporcionar información oportuna para las políticas de contención".
Y añade: "La resistencia a piperaquina, aunque actualmente está confinada a Camboya, es un motivo de preocupación, porque los pacientes con malaria son casi intratables. En la actualidad, los tratamientos alternativos son escasos y las tasas reducidas de curación llevan al prolongado transporte del parásito, aumentando el potencial de transmisión de los parásitos resistentes y poniendo en peligro los esfuerzos para controlar y eliminar la malaria".
En el segundo estudio, el doctor Rick Fairhurst, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y sus colegas analizaron el ADN y midieron la sensibilidad de piperaquina a una muestra más grande de 297 parásitos 'P. Falciparum' de Camboya.
Antes de comenzar el tratamiento con antipalúdicos, los investigadores recopilaron parásitos de la sangre de 486 pacientes de tres provincias diferentes en Camboya donde los niveles de resistencia a artemisinina y fallo del tratamiento con dihidroartemisinina-piperaquina es común (Pursat), emergente (Preah Vihear) o infrecuente (Ratanakiri).
A continuación, expusieron esos parásitos a niveles terapéuticos de piperaquina y midieroon cómo creció la cepa, además de secuenciar el genoma completo de cada parásito. Los parásitos tenían más probabilidades de sobrevivir a la exposición a piperaquina si presentaban dos o más copias de los genes plasmepsina 2 y plasmepsina 3 y la variante de exo-E415G en el cromosoma 13.
Asimismo, en el análisis de 133 pacientes, encontraron que los individuos infectados con parásitos que portaban varias copias de estos genes plasmepsina eran mucho más propensos a que fallara el tratamiento con dihidroartemisinina-piperaquina.
También detectaron que la prevalencia de exo-E415G y marcadores de plasmepsina 2-3 ha aumentado sustancialmente en los últimos años en Pursat y Preah Vihear, donde es común la resistencia a la artemisinina y donde dihidroartemisinina-piperaquina ha sido el tratamiento de primera línea durante al menos seis años.
"Examinando el marcador de resistencia piperaquina a través de Asia Sur-Oriental en tiempo real, podemos identificar aquellas áreas donde la dihidroartemisinina-piperaquina no será eficaz y esto podría permitir que los programas de control de la malaria nacionales inmediatamente recomienden terapias alternativas como artesunato-mefloquina", detaca Farihurst.
"Este enfoque es crucial para eliminar parásitos resistentes a múltiples fármacos en el sudeste asiático antes de que se extiendan en el África subsahariana, donde se produce la mayoría de la transmisión de la malaria, la enfermedad y la muerte del mundo", concluye.