MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional ha puesto en marcha un programa para la prevención de las caídas para mayores de 65 años, que afecta a una de cada cuatro personas de este rango de edad, según el jefe del Servicio de Neurología del centro hospitalario, Oriol Franch.
La duración del programa es de 6 semanas, en las que se realizan 2 sesiones de 45 minutos a la semana. Además, el programa incluye una evaluación neurológica inicial y una visita domiciliaria opcional para valorar posibles causas domésticas que puedan aumentar el riesgo de caída.
"Cada sesión tiene una parte teórica con información sobre aquellos factores que aumentan el riesgo de caídas, y una parte práctica con fisioterapia para ejercicios de equilibrio, marcha y fortalecimiento muscular", describe Oriol Franch.
Las sesiones son grupales (4-6 personas), están dirigidas por el equipo de fisioterapeutas de la Unidad de Neurorrehabilitación del Servicio de Neurología, y se realizan en la sala de rehabilitación funcional del hospital.
Tal y como indica el neurólogo, las caídas aumentan en relación con la edad, de tal forma, que, a partir de los 85 años, 1/3 de las personas se caen una vez al año. "O bien por el mayor riesgo que en sí mismo conlleva el envejecimiento, o a causas ajenas al envejecimiento, como puede ser por una pérdida de conciencia por una isquemia cerebral, por Parkinson y por otras enfermedades del sistema nervioso, es frecuente que la valoración de un paciente lesionado por una caída no incluya la investigación sobre la posible causa de la caída. No hay que asumir que las caídas son parte inevitable del envejecimiento normal", señala el doctor Franch.
Por ello, la importancia de identificar los factores de riesgo personales y del entorno habitual de esa persona que se ha caído, a través de programas de prevención, para intentar evitar que vuelva a caerse.
En estos programas se trabajan diferentes aspectos para tratar de disminuir el riesgo de caídas mediante ejercicios para mejorar la estabilidad y la marcha, así como informar sobre puntos problemáticos que deben tener en cuenta en sus casas, como las mesas bajas, las alfombras, la insuficiente iluminación o el cuarto de baño, entre otros. "La figura del terapeuta ocupacional puede inspeccionar el domicilio para ayudar a encontrar los posibles factores que pueden afectar el riesgo de caída, siendo importante y útil modificarlos para disminuirlo", comenta Franch.
Las caídas repetitivas aumentan las hospitalizaciones y muertes, sobre todo en ancianos ya debilitados por enfermedades como la osteoporosis "o pueden provocar complicaciones que van a disminuir las capacidades físicas o miedo a desarrollar su actividad diaria", indica el doctor Franch.
El especialista pone de relieve que, con la edad, hay menor estabilidad y cambios en la manera de caminar, elevando menos los pies del suelo, con lo que las posibilidades de tropezar aumentan. "La rehabilitación del caminar conlleva aumentar esa estabilidad y que en cada paso se eleve el pie adecuadamente", afirma.