MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares (HM CIEC), ubicado en el Hospital Universitario HM Montepríncipe de Madrid, se ha convertido en el primer centro hospitalario español en utilizar el catéter de ablación 'TactiCath Sensor Enabled', de la compañía Abbott, una nueva herramienta para abordar de manera más efectiva la ablación de fibrilación auricular.
Para restaurar las señales eléctricas óptimas en el corazón en pacientes con fibrilación auricular, los catéteres de ablación proporcionan energía de radiofrecuencia al tejido cardíaco, creando pequeñas cicatrices o lesiones en las áreas responsables de generar arritmias.
Y esta técnica es la primera en incorporar un sensor de fuerza de contacto, una plataforma flexible, un sensor magnético y es irrigado, y hasta la fecha el centro ha realizado 28 intervenciones en ella.
"Se puede usar en cualquier procedimiento de ablación aunque es especialmente útil en ablaciones complejas como la fibrilación auricular. De hecho, es un catéter de ablación por radiofrecuencia y por tanto funciona provocando pequeñas lesiones en zonas críticas del corazón donde se originan las arritmias cardiacas", ha señalado el director de HM CIEC, Jesús Almendral.
Abbott, la compañía fabricante de este catéter, asegura que tiene una mayor efectividad en comparación con otros dispositivos, ya que alcanza un éxito clínico del 85,5 por ciento de los pacientes tratados con este catéter de ablación.
Y gracias a sus especificaciones técnicas, aporta mayor precisión y seguridad durante la intervención. "Hace falta tener más experiencia para saber si esta herramienta aporta mayor precisión y seguridad, pero se ha observado que disponer del sensor de fuerza de contacto aumenta la seguridad de la ablación y el diseño flexible mejora la precisión en algunas localizaciones", según Almendral.
De igual modo, otra de las consecuencias positivas que se presumen a los procedimientos llevados a cabo con 'TactiCath Sensor Enabled' es que, un año después, "los pacientes intervenidos sufren menos eventos clínicos posteriores a la ablación, frente a los pacientes tratados con un catéter de ablación de fuerza sin contacto".