Hallan nuevas vías moleculares para abordar el cáncer de pulmón

Los doctores Jackeline Agorreta, Irati Garmendia y Luis Montuenga, coordinadores de la investigación coordinada por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra sobre cáncer de pulmón.
Los doctores Jackeline Agorreta, Irati Garmendia y Luis Montuenga, coordinadores de la investigación coordinada por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra sobre cáncer de pulmón. - CLÍNICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA - Archivo
Publicado: lunes, 28 octubre 2019 12:17

PAMPLONA 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio multicéntrico coordinado por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra ha identificado una molécula que no sólo predice el pronóstico de los pacientes con cáncer de pulmón sino que puede abrir una vía al desarrollo de futuras terapias personalizadas.

Según explica la doctora Irati Garmendia, primera autora de este trabajo desarrollado en el Programa de Tumores Sólidos del Cima, YES1 es una proteína que regula la proliferación de las células tumorales y su capacidad para generar metástasis.

"Se sabía que los niveles de esta proteína están elevados en varios tipos de tumores como el cáncer de colon, de hígado o el melanoma. En este trabajo hemos demostrado que también aumenta en un 15% de los adenocarcinomas y en un 25% de los carcinomas escamosos de pulmón, dos de los tipos más frecuentes de cáncer de pulmón. Además, esta alta expresión se asocia con un peor pronóstico de los pacientes, ya que aumenta la probabilidad de metástasis", añade.

Las conclusiones se han publicado en el 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine', que ocupa el segundo puesto en el ranking internacional de publicaciones científicas sobre medicina respiratoria.

El doctor Luis Montuenga, investigador senior del Programa de Tumores Sólidos del Cima, coordinador del Programa de Tracto Respiratorio del CIBER de Cáncer (CIBERONC) y codirector del estudio junto con la doctora Jackeline Agorreta, ha señalado que "con los datos obtenidos confirmamos que al silenciar esta proteína se bloquea la capacidad invasiva de las células tumorales". "Esta correlación resulta especialmente importante para orientar ensayos clínicos dirigidos a inhibir la actividad de esta familia de proteínas", ha afirmado.

Los resultados obtenidos sugieren que la proteína YES1 es una diana viable para el desarrollo de futuras estrategias terapéuticas personalizadas. "Para confirmar esta hipótesis hemos estudiando el efecto de dasatinib, un fármaco que está aprobado para el tratamiento de pacientes con leucemias que, entre otros efectos, inhibe la actividad de YES1. Hemos observado que el tratamiento con dasatinib impide de manera selectiva el crecimiento tumoral en tumores pulmonares en los que esta proteína está elevada".

"Nuestro trabajo muestra que YES1 es una diana terapéutica en cáncer de pulmón y puede servir como biomarcador para identificar pacientes que se puedan beneficiarse del tratamiento con dasatinib u otros fármacos dirigidos contra YES1 o contra miembros de su familia de proteínas", han añadido Montuenga y Garmendia.

Los investigadores plantean que esta estrategia terapéutica podría beneficiar a pacientes que actualmente no disponen de ninguna terapia dirigida. "Nuestros esfuerzos se centran ahora en reducir los efectos secundarios asociados a este tratamiento y en combinarlo con estrategias de inmunoterapia que mejoren el efecto antitumoral de este abordaje terapéutico", han señalado.

Parte de este trabajo se ha realizado con muestras procedentes de 116 pacientes de la Clínica Universidad de Navarra y de 222 pacientes del MD Anderson Cancer Center de Universidad de Texas (EEUU). Además, ha contado con la colaboración del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca, el Hospital Universitario Doce de Octubre, en Madrid, y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias, dentro del marco del CIBER de Cáncer (CIBERONC). También han participado el Hospital Universitario Vall d'Hebron y el Instituto de Investigación Universitaria de Bellvitge, en Barcelona.

Esta investigación ha sido cofinanciada por la Fundación Científica de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), entre otras entidades públicas y privadas.