MADRID 6 Nov. (Reuters/EP) -
La compañía farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha desarrollado una vacuna contra la hepatitis C que parece ser "segura y bien tolerada" y genera respuesta inmune "de una fuerza nunca antes vista" en vacunas experimentales contra esta enfermedad.
Probada en un grupo de 15 voluntarios sanos, está basada en un modelo ya usado para la vacuna experimental del ébola que ha mostrado ser prometedora en pruebas clínicas tempranas.
La profesora de la Universidad británica de Oxford, Ellie Barnes, quien dirigió las pruebas iniciales en humanos, es optimista en cuanto a los resultados de la segunda fase del ensayo en humanos. "Podría ser un primer intento", ha explicado la experta, quien también cree que los ensayo de la vacuna del virus del ébola también tendrá buenos resultados.
Actualmente, la vacuna contra experimental de GSK contra el ébola se está probando en voluntarios sanos en Reino Unido, África y los Estados Unidos.
Ambas vacunas utilizan el adenovirus, un virus común que provoca infecciones en bebés y niños, como clave para colonizar las células. La idea es que el adenovirus infecta las células en la persona vacunada, haciendo que colonicen genes del virus de destino - ya sea el ébola o la hepatitis C - y producir sus proteínas.
"Lo que es especial acerca de las vacunas de adenovirus es que están tratando de inducir a una parte totalmente independiente de la respuesta inmune (las células T)", ha explicado Barnes en una entrevista telefónica.
La investigación, que ha sido publicada en 'Science Translational Medicine', destaca que la vacuna contra la hepatitis C utiliza una estrategia de "inducción-refuerzo" como dos formulaciones de vacunas separadas.
Concretamente, la vacuna incluye el adenovirus de chimpancé, llamado ChAd3, a la que se añaden los genes que codifican cuatro proteínas de la hepatitis C; y , por otro lado, se añaden los mismos cuatro genes de la hepatitis C a una base de vectores basados en el virus vaccinia Ankara modificado (MVA). Según destacan, ninguno de los virus incluidos en la vacuna pueden causar la infección.
Se estima que unos 180 millones de personas en todo el mundo están infectadas con hepatitis C, una infección crónica que se la principal causa de cirrosis hepática, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
"En nuestro laboratorio nos pasamos un montón de tiempo buscando en la respuesta inmune de las personas que son capaces de eliminar el virus", ha señalado Barnes, quien sabe que el futuro de la vacuna pasa por conocer una gran respuesta del sistema inmune y sostenida en el tiempo, "y esas son las características que hemos sido capaces de reproducir en este ensayo de la vacuna".