MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
GSK ha lanzado una página web dirigida a pacientes y cuidadores que viven con enfermedad renal crónica, ofreciéndoles varios contenidos para generar un mayor conocimiento sobre la misma, y donde recuerda los riesgo de la anemia renal, una complicación que impacta en la calidad de vida y conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, hospitalización y mortalidad.
"Los pacientes deben conocer sus valores de hemoglobina y tener conversaciones con su médico, intentando consensuar las opciones y tratamientos", subraya el doctor Aleix Cases, nefrólogo, profesor de la Universitat de Barcelona y secretario del grupo de Anemia de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
La iniciativa se ha presentado en el marco de las 35 Jornadas Nacionales de Personas Renales de la Federación ALCER, y con el respaldo científico de la SEN y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN). Se trata de una patología que, en palabras de Daniel Gallego, presidente de ALCER, "está absolutamente subestimada e infradiagnosticada pero que, sin embargo, afecta de forma significativa a la calidad de vida de los pacientes que la sufren".
Además, señala que estos pacientes "se encuentran fatigados, por lo que es muy difícil trabajar o realizar cualquier actividad física; lo que va unido a una falta de concentración, pérdida de memoria y dificultades cognitivas". Por su parte, el doctor Cases reconoce que también "es un predictor de morbimortalidad, especialmente de causa cardiovascular y un factor de progresión de la enfermedad renal".
Los expertos coinciden en la necesidad de una mayor concienciación de la sociedad, los pacientes y los profesionales sanitarios sobre la anemia renal. En el caso de estos últimos, "hay que mejorar la sensibilización entre otros profesionales sanitarios de la importancia de la anemia en la ERC, mejorar el diagnóstico de la anemia y su diagnóstico diferencial, así como remitir al paciente a tiempo al nefrólogo para que reciba el tratamiento adecuado", subraya el profesor asociado de la Universidad de Barcelona.
En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), Juan Francisco Pulido, afirma que "en ocasiones, la falta de criterio clínico de gravedad, puede producir una idea distorsionada de restar importancia a la anemia". Dentro de los diferentes ámbitos sanitarios, "la enfermería tiene un papel importante en el diagnóstico temprano, en la administración de los tratamientos, en su adherencia, en la educación del paciente y en su seguimiento", asegura Pulido.
El tratamiento de la anemia renal se basa actualmente en la ferroterapia y en el uso de agentes estimuladores de la eritropoyesis, que es el proceso de formación de glóbulos rojos. "La ferroterapia oral tiene problemas de absorción e intolerancia gastrointestinal, mientras que la ferroterapia endovenosa es más efectiva, pero requiere ser administrada en un hospital y consume tiempo y recursos sanitarios", señala el doctor Cases como principales problemas de la misma.
Por su parte, los agentes estimuladores de la eritropoyesis "son efectivos, pero deben administrarse por vía subcutánea o endovenosa, lo cual puede ser un problema para determinados pacientes, requieren conservación en frío y hay pacientes con escasa respuesta a los mismos". Es por ello que la investigación sobre esta enfermedad está centrada en "nuevos fármacos que sean una alternativa a los actuales, por ejemplo, que sean activos por vía oral, como los nuevos inhibidores de la prolil hidroxilasa de HIF", afirma el doctor Cases, destacando que "el primero de los fármacos de esta familia se espera que esté pronto disponible en España".
Por su parte, los pacientes "deben conocer sus valores de hemoglobina y tener conversaciones con su médico en este sentido, intentando consensuar las opciones y tratamientos", señala el doctor Cases. Es por ello que el presidente de ALCER destaca la necesidad de que "los profesionales pregunten más a los pacientes renales cómo se encuentran, independientemente de que sus análisis estén bien, para conocer como están viviendo su anemia renal y si les está afectando en su calidad de vida".
En este sentido, la concienciación y sensibilización sobre este problema de salud pública cada vez mayor es clave "para poder ofrecer mejores cuidados y una buena calidad de vida a las personas con enfermedad renal".