MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores del Imperial College London (Reino Unido) y la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (Alemania) ha descubierto que la aplicación del anestésico del gas xenón tras una lesión intracraneal previene la muerte precoz y el deterioro cognitivo a largo plazo y protege el tejido cerebral.
Este estudio, publicado en 'British Journal of Anaesthesia' y elaborado en ratones, ha concluido que aquellos animales tratados con xenón tenían una perspectiva de vida similar a los ratones que nunca habían sufrido un traumatismo craneoencefálico.
La lesión intracraneal (TBI) es la principal causa de muerte y discapacidad en personas mayores de 45 años en países desarrollados. En este sentido, la lesión primaria, causada por un traumatismo, es seguida por una lesión secundaria que se desarrolla en los minutos posteriores y que es la mayor responsable de las discapacidades mentales y físicas. Actualmente, no existen fármacos que se puedan aplicar después del golpe para evitar su desarrollo, por lo que la esperanza de vida de estos pacientes es reducida y, como consecuencia, presentan un mayor riesgo de sufrir Alzheimer u otras demencias.
Así, esta investigación ha tratado de mostrar los efectos del xenón en esta afección. Para su desarrollo, los animales fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos: TBI xenón, control de TBI y un control saludable. Con la aplicación de anestesia general se suministró una fuerza mecánica controlada al cerebro de los ratones para ocasionar TBI. Al grupo de control sano se le dio anestesia, pero no recibió un TBI. De este modo, los investigadores dieron gas xenón a uno de los grupos mientras que los otros recibieron gas de control.
Dos semanas y 20 meses después de la lesión los tres grupos se sometieron a pruebas de aprendizaje y memoria. Asimismo, se registró su tiempo de muerte y sus tejidos cerebrales. El estudio concluyó que el grupo al que se le aplicó el gas tenía la misma expectativa de vida que el resto de grupos. Además, el xenón redujo el daño de las principales áreas cerebrales y el funcionamiento cognitivo.
PODRÍA REDUCIR EL DETERIOROR COGNITIVO POR TBI
Por otra parte, este gas impidió la pérdida de células cerebrales en el hipocampo y evitó la degeneración de las fibras nerviosas. Asimismo redujo la inflamación del cerebro a largo plazo, lo que se cree que está involucrado en el deterioro cognitivo del Alzheimer. De este modo, los hallazgos podrían suponer nuevos tratamientos para los pacientes con TBI, han señalado los investigadores.
El xenón ya se utiliza como un anestésico general humano, porque presenta pocos efectos secundarios y puede administrarse fácilmente por inhalación o ventilación mecánica. Con estos rasgos de seguridad los investigadores han destacado que esperan evaluar su eficacia en pacientes humanos con TBI.
"El hallazgo de que sólo un corto tratamiento con xenón puede tener efectos beneficiosos sobre la cognición, supervivencia y el daño cerebral hasta casi dos años más tarde sugiere que esta sustancia podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la supervivencia en pacientes con TBI", ha concluido Robert Dickinson, del Departamento de Cirugía y Cáncer de Imperial College London.