MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un antihistamínico común que se utiliza para tratar los síntomas de alergias y el resfriado común, llamado fumarato de clemastina, revierte parcialmente el daño al sistema visual en las personas con esclerosis múltiple (EM), según ha descubierto un estudio preliminar que se presenta este martes en la 68 Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, que se celebra en Vancouver, Canadá, de 15 al 21 de abril.
El estudio incluyó a personas con esclerosis múltiple y neuropatía óptica, que es el daño al nervio que envía información desde el ojo hasta el cerebro. En las personas con EM, el sistema inmunológico destruye la mielina, la capa protectora alrededor de los nervios, que a su vez conduce a un daño a lo largo de los nervios, con señales más lentas hacia y desde el cerebro. El daño del nervio óptico es una consecuencia común de la enfermedad.
"Este estudio es emocionante porque es el primero en demostrar la posible reparación de dicho revestimiento protector en las personas con desmielinización crónica por la EM", dice el autor del estudio, Ari Green, del Centro de Esclerosis Múltiple de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, y miembro de la Academia Americana de Neurología. "Se hizo utilizando un medicamento que fue identificado en la UCSF hace sólo dos años y medio como un agente con potencial para ayudar a la reparación del cerebro", añade.
El estudio de cinco meses incluyó a 50 personas con una edad promedio de 40 años que tenía esclerosis múltiple durante un promedio de cinco años y tenía una discapacidad leve. Todos ellos tenían evidencia de una neuropatía óptica crónica estable, lo que significa que no se estaban recuperando de una neuritis óptica reciente.
Los participantes se sometieron a pruebas de visión al inicio y al final del estudio. Para una evaluación, llamada potencial evocado visual, se registró el tiempo de transmisión de la señal desde la retina hasta la corteza visual. Para ser incluidos en el estudio, los participantes tenían que tener un retraso en el tiempo de transmisión superior a 118 milisegundos en al menos un ojo y evidencia de que presentaban un número adecuado de fibras nerviosas.
SE REDUCE EL TIEMPO DE LLEGADA DE SEÑALES AL CEREBRO
Una mejora en el retraso en la transmisión se considera un biomarcador de la reparación de la mielina. Durante los tres primeros meses del estudio, se les dio a los participantes el antihistamínico fumarato de clemastina o un placebo y, tras dos meses, a los que inicialmente recibieron medicamento se les dio el placebo y viceversa. Los retrasos se redujeron en un promedio de poco menos de dos milésimas de segundo en cada ojo por paciente entre los que recibieron el antihistamínico.
"Aunque la mejoría de la visión parece modesta, este estudio es prometedor, ya que es la primera vez que se demuestra que un fármaco invierte posiblemente el daño causado por la esclerosis múltiple --destaca Green--. Los resultados son preliminares, pero este estudio proporciona un marco para futuros estudios de reparación en esclerosis múltiple y esperamos que sean descubrimientos que mejoren la capacidad innata del cerebro de repararse".
Los participantes del estudio informaron de un modesto aumento en la fatiga mientras tomaban el medicamento. Green advirtió que se necesitan más investigaciones con un mayor número de personas para que los médicos puedan recomendar fumarato de clemastina para las personas con EM y que nuevos fármacos con efectos aún más potentes se encuentran en desarrollo, incluidos esfuerzos destinados a mejorar la focalización y reducir los efectos secundarios de estos fármacos.