MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento con degarelix, comercializado por Ferring como 'Firmagón', un antagonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), ha demostrado una reducción relativa del 50 por ciento en fallos cardíacos en enfermos de cáncer de próstata con enfermedades cardiovasculares preexistentes, en comparación con el tratamiento prescrito de manera habitual de agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH), según los resultados de un estudio realizado en un grupo de análisis de 2.328 hombres con cáncer de próstata incluidos en seis ensayos clínicos aleatorizados.
"Degarelix puede ser un fármaco interesante en la reducción de esos eventos cardiovasculares, es un antagonista de la hormona GnRH y la incidencia cardiovascular en estudios, comparado con el estándar de tratamiento que es el análogo, da menor riesgo de esos eventos", ha afirmado el adjunto del servicio de Urología del Hospital 12 de octubre y vicepresidente de la Asociación Española de Urología, el doctor Rodríguez Antolín.
El cáncer de próstata depende de la testosterona para su crecimiento, por lo que el objetivo de la terapia es reducir rápidamente los niveles de testosterona para ralentizar el crecimiento de las células cancerígenas. Por ello, las terapias de deprivación androgénica juegan un rol muy importante en el tratamiento de hombres con cáncer de próstata, según los expertos reunidos en el Congreso Europeo de Urología (EAU 15), donde se han presentado los datos de este estudio.
Sin embargo, la supresión de testosterona y su derivado principal, la dihidrotestosterona, está sujeta a cierto tipo de alteraciones colaterales como el aumento de peso, de los lípidos, el colesterol, los triglicéridos, se gana tejido adiposo, se hace resistente a la insulina o padece hiperglucemia como alteraciones metabólicas. También sucede una pérdida de densidad ósea, osteoporosis, son efectos conocidos que se producen por la pérdida de la función sexual hormonal masculina, que pueden inducir a un mayor riesgo cardiovascular.
Por otro lado, el cáncer de próstata es la forma más común de cáncer masculino en el mundo occidental y la segunda causa de muerte por cáncer en hombres en algunos países. Además, cada año se realizan en todo el mundo entre 1.000.000 y 1.070.000 diagnósticos de esta enfermedad.
De hecho, recientes estudios indican que las enfermedades cardiovasculares están entre las causas de muerte prematura más comunes en hombres con cáncer de próstata avanzado, y no el cáncer propiamente dicho. Es por ello que los urólogos deben tener en cuenta el riesgo cardiovascular de sus pacientes al seleccionar las opciones de tratamiento sobre todo en los casos en los que hay una enfermedad cardiovascular previa.
A pesar de esto, el experto ha recordado que "es una enfermedad con un buen pronóstico, teniendo en cuenta que 9 de cada 10 nuevos casos se diagnostican en una fase localizada y son potencialmente curables, aunque no debe olvidarse que se trata de una neoplasia con elevada mortalidad".
OTROS TRATAMIENTOS PARA EL CÁNCER DE PRÓSTATA
Una vez diagnosticado, el paciente es expuesto a una serie de alternativas terapéuticas que incluye cirugía y radioterapia. Sin embargo, hay determinados casos de vigilancia activa cuando se sospecha que el potencial de agresividad del tumor es bajo y basta con un seguimiento susceptible de ser tratado si hay progresión de enfermedad.
Un 5 por ciento de los casos en España se diagnostican en una fase metastásica y a partir de ese momento la supervivencia a 5 años es menor pudiendo rondar un 40 por ciento. En este estadio el tratamiento suele ser la hormonoterapia, con privación de testosterona, siendo un tratamiento excelente aunque no curativo.
Este tratamiento mantiene a la enfermedad en reposo celular hasta que el paciente, alrededor de los dos años, deja de responder, pues una serie de líneas celulares dejan de hacerlo. Es lo que los expertos conocen como 'resistencia a castración'.