MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más del 40 por ciento de los pacientes con fibrilación auricular no valvular que están siendo tratados con anticoagulantes orales clásicos en España no están mal controlados y tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones, según datos de un estudio publicado en la 'Revista Española de Cardiología'.
El trabajo, realizado a iniciativa de la farmacéutica alemana Bayer, incluyó a un total de 1.524 pacientes de 99 centros de salud de 16 comunidades con el objetivo de evaluar el grado de control de los pacientes con esta patología cardiovascular, considerada la arritmia más frecuente, que estaban en tratamiento con antagonistas de la vitamina K (AVK), considerados los anticoagulantes más clásicos.
De este modo, vieron que un "número elevado" de pacientes tratados con estos fármacos tiene un riesgo aumentado de sufrir complicaciones debido al mal control de la anticoagulación, medido por las determinaciones del Índice Internacional Normalizado (INR, en sus siglas en inglés), método más habitual de evaluar la calidad de la coagulación sanguínea y un modo de estandarizar los resultados de pruebas de tiempo de protrombina.
A pesar de seguir el tratamiento anticoagulante recomendado, hasta un 75 por ciento de los pacientes posee un riesgo tromboembólico alto y cerca de 13 por ciento tienen un riesgo hemorrágico elevado, ha explicado Vivencio Barrios, coordinador del estudio y miembro de la Unidad de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
El estrecho rango terapéutico de los antivitamina K hace que haya poco margen para que el fármaco ejerza el efecto que se le demanda, ya que si el INR está por debajo del valor de 2 está insuficientemente anticoagulado (con el consiguiente incremento del riesgo de sufrir un proceso trombótico, como un ictus). Y si se supera el valor de 3 supone que hay un exceso de anticoagulación y, por lo tanto, habrá un riesgo aumentado de sangrado.
"Al menos 4 de cada 10 de los pacientes que reciben fármacos antivitamina K se encuentran fuera del rango terapéutico óptimo, por lo que no están siendo tratados de forma adecuada y están sometidos a unos riesgos. Estos pacientes, son candidatos a recibir otras terapias alternativas, como los anticoagulantes orales de acción directa", ha explicado Barrios.
El estudio también refleja diferencias notables entre comunidades en ese control de la coagulación, ya que mientras que en algunas el grado de control supera el 70 por ciento, en otras no llega a tasas del 30 por ciento.
Aunque no han precisado los datos de todas las regiones, avanzan que País Vasco es la región líder en el control de la anticoagulación de estos pacientes mientras que Canarias, Extremadura, Cantabria o Baleares se encuentran a la cola en la tasa de control.