MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El director del departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez, ha asegurado que medir y evaluar de forma continuada y precisa cuál es el valor real que aportan los medicamentos para los pacientes y la sociedad en su conjunto, tanto en términos de mejora de la salud como de ahorro de costes para el sistema sanitario y la economía de un país, es la "clave principal" a la hora de regular el establecimiento de precios para los tratamientos innovadores.
"Ahora ya podemos medir los resultados en salud y costes asociados de cada prestación farmacéutica para un gran número de pacientes y en distintos momentos del proceso asistencial, y además, gracias al proceso de digitalización, disponemos de herramientas para almacenar, procesar y analizar estos datos con metodologías científicas para mejorar el tratamiento de los pacientes. Por todo ello ya estamos listos para analizar de forma robusta el valor real que aportan en la práctica las distintas alternativas terapéuticas, y es también verdaderamente posible empezar a desarrollar las posibilidades que abre la medicina personalizada", ha detallado.
Y es que, según ha comentado durante la LXX Jornada de la Fundación para la Investigación en Salud (Fuinsa), que se celebró este viernes en Madrid bajo el título '¿Tienen "precios excesivos" los medicamentos?', para poder aprovechar de verdad todos los beneficios de las innovaciones futuras y la medicina personalizada será preciso invertir en infraestructuras que permitan la recolección y el análisis de datos para asegurar que el valor se mide "adecuadamente", y en distintos momentos del tiempo, a través de la historia clínica electrónica y el desarrollo de registros y de 'software' y 'hardware' apropiados para el análisis de datos.
A su juicio, no se trata tanto de hablar de si los precios son o no "excesivos" como de asegurar que se corresponden con el valor que aportan los medicamentos en la vida real, un concepto mucho más apropiado por cuanto que refleja la relación entre los resultados, tanto en términos de salud como de beneficios socioeconómicos, frente a sus costes.
UN SISTEMA "FUERTEMENTE" REGULADO
Otro aspecto clave a la hora de valorar los precios de los medicamentos es tener en cuenta que en España están "fuertemente" regulados por el Gobierno a través de un procedimiento de financiación pública que es sumamente exigente para las compañías farmacéuticas.
En este sentido, el experto ha recordado que en España los precios de los medicamentos de prescripción los fija una Comisión Interministerial de la que forman parte representantes de los Ministerios de Economía, Industria y Competitividad, Hacienda y Función Pública, Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de tres Comunidades Autónomas (y de otras tres que participan sin voto) designadas por turno entre los miembros del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
La fijación de precios se hace siempre de modo motivado y conforme a criterios objetivos establecidos en la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, teniendo en cuenta por tanto aspectos como la gravedad, duración y secuelas de patología, las necesidades específicas de ciertos colectivos, el valor terapéutico y social del medicamento y el beneficio clínico incremental del mismo teniendo en cuenta su relación coste-efectividad, la racionalización del gasto público, la existencia alternativas terapéuticas para las mismas afecciones a menor precio o inferior coste de tratamiento y el grado de innovación del medicamento.
Por otro lado, Sánchez ha avisado de que aunque existen "grandes esperanzas" en el conjunto de nuevos medicamentos que actualmente están en fase de investigación y desarrollo en el mundo (más de 7.000), está "cayendo de forma importante" la rentabilidad prevista de la I+D.
" Hemos de tener en cuenta principalmente las aportaciones de los nuevos medicamentos en términos de salud, pero no hemos de olvidar los efectos de la innovación en la esfera económica", ha indicado Sánchez, al tiempo que ha asegurado que la industria farmacéutica puede contribuir a avanzar por el camino de los resultados en salud.
Para ello, prosigue, puede colaborar con las administraciones identificar los productos disruptivos antes de su llegada al mercado; gestionar la incertidumbre existente en el momento del lanzamiento de un nuevo fármaco; desarrollar mecanismos financieros que permitan gestionar adecuadamente impactos presupuestarios puntuales elevados; y medir de forma continuada cuál es el valor que aportan los productos, en función de sus resultados en la vida real.
"Asimismo, el papel de la industria resulta vital a la hora de buscar soluciones a situaciones que serán cada vez más habituales, como las derivadas de la existencia de fármacos con varias indicaciones, medicamentos que se administran en combinación, fármacos con valor diferente para diferentes tipos de pacientes, etcétera", ha zanjado.