MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) --medicamentos que se recetan a millones de pacientes para la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca-- pueden debilitar la capacidad del sistema inmunitario para combatir las infecciones bacterianas, según un nuevo estudio realizado en ratones y voluntarios humanos.
Por lo tanto, estos fármacos comunes pueden dejar a los pacientes vulnerables a infecciones bacterianas problemáticas como el 'Staphylococcus aureus' resistente a la meticilina (SARM), sugiere el estudio, publicado en la revista 'Science Translational Medicine'.
Los inhibidores de la ECA suprimen la enzima reguladora de la presión arterial ECA y se utilizan habitualmente para tratar la hipertensión arterial y controlar a los pacientes que se someten a una cirugía cardíaca invasiva.
Algunas investigaciones sugieren que la ECA apoya a las células inmunitarias antimicrobianas, como los neutrófilos, pero los científicos no están seguros de si los inhibidores de la ECA podrían tener efectos no deseados en el sistema inmunitario.
El investigador Duo-Yao Cao y sus colegas del Cedars-Sinai Medical Center, en Estados Unidos, han descubierto que los inhibidores de la ECA aprobados, ramipril y lisinopril, debilitaban la capacidad de los neutrófilos para eliminar el SARM en ratones infectados, lo que provocaba infecciones más graves.
Sin embargo, el equipo descubrió que el bloqueador de los receptores de angiotensina (ARB) losartán -un tipo diferente de medicamento para la presión arterial- no afectaba sustancialmente a la inmunidad antibacteriana de los roedores.
En otro experimento, los científicos administraron ramipril a 7 voluntarios humanos durante una semana. El equipo observó que el tratamiento impedía que los neutrófilos aislados de los voluntarios produjeran adecuadamente superóxidos y especies reactivas de oxígeno, moléculas que intervienen en la respuesta inmunitaria antibacteriana.
Estos neutrófilos también mataron menos bacterias en cultivo, lo que sugiere que los inhibidores de la ECA también pueden suprimir los neutrófilos en los seres humanos.
Los investigadores señalan que algunos pacientes que reciben inhibidores de la ECA están inmunodeprimidos y son especialmente vulnerables a las infecciones bacterianas. Por lo tanto, el equipo sugiere que los médicos deberían tener en cuenta el estado inmunitario del paciente a la hora de decidir si prescriben inhibidores de la ECA o ARA.