MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) han demostrado que el ketoprofeno, un medicamento para reducir la inflamación comercializado desde hace más de 30 años en la Unión Europea, puede tratar eficazmente los síntomas del linfedema.
El linfedema es una afección común, pero a menudo ignorada, que se deriva de un daño en el sistema linfático y produce hinchazón en una o más partes del cuerpo, generalmente las piernas. Puede ser hereditario o puede ocurrir después de un procedimiento quirúrgico, infección, radiación u otro trauma físico.
La inflamación, causada por una acumulación de líquido linfático dentro de las diversas capas de la piel, aumenta el riesgo de infecciones y puede causar dolor debilitante y un engrosamiento de la piel que puede restringir el movimiento. No hay cura, y no ha habido terapia farmacológica disponible.
"Tantos pacientes han pasado décadas diciendo que no hay tratamiento médico...Ahora, pueden ir a una farmacia y obtener este fármaco con una simple receta médica. Este nuevo tratamiento no cura el linfedema, pero nuestros estudios muestran que tiene la capacidad de hacer que la enfermedad sea más fácil de vivir. El ketoprofeno restaura la salud y la elasticidad de la piel", explica Stanley Rockson, profesor de Medicina Cardiovascular en Stanford.
Hace años, este investigador, que ha tratado a miles de pacientes con linfedema, comenzó a sospechar que la inflamación era la causa fundamental de la enfermedad. Para probar su teoría, creó un modelo de ratón para el linfedema (la enfermedad se manifestaría en las colas de los animales) y lo trató con ketoprofeno, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE). "Revirtió el linfedema. Vimos una tremenda mejora en las anomalías estructurales de la piel", comenta.
ENSAYOS EN HUMANOS
Para probar el ketoprofeno en humanos, Rockson realizó dos pruebas piloto, cuyos hallazgos se publican ahora en la revista 'JCI Insight'. El primer ensayo tuvo 21 participantes que sabían que estaban recibiendo el medicamento y lo tomaron por vía oral durante cuatro meses. Los investigadores realizaron biopsias de piel al comienzo del ensayo y al final, cuatro meses después, como prueba para medir la gravedad de la enfermedad.
"Fue un ensayo extremadamente positivo. Vimos una tremenda reversión en el proceso de la enfermedad en la piel y drásticas reducciones en el grosor de la piel", explica Rockson. Esto llevó al segundo estudio doble ciego, controlado con placebo, con 34 participantes. Los investigadores examinaron la anatomía de las células de la piel y confirmaron que el ketoprofeno funcionó al desbloquear la vía molecular que causaba la inflamación y restringir la capacidad del cuerpo para reparar su propio sistema linfático.
"Cuando observas la piel de pacientes con linfedema bajo el microscopio, observas un aumento dramático en la densidad celular y un aumento en los tejidos conectivos y el líquido alrededor de las células. Lo que vimos en las biopsias de piel después de los cuatro meses de ketoprofeno fue una reducción en ese grosor. Toda la densidad celular desapareció. Anecdóticamente, también tuvimos la impresión de que los pacientes que fueron tratados vieron una disminución dramática en las infecciones, aunque este análisis no fue parte del estudio", comenta Rockson.
Después de los cuatro meses, los pacientes del segundo ensayo fueron 'no cegados' y se les dio la opción de continuar usando el medicamento con receta. Todos optaron por continuar tomando el medicamento. Los investigadores reconocen que estudios anteriores han mostrado efectos secundarios gastrointestinales y cardiovasculares por el uso a largo plazo de ketoprofeno en algunos pacientes.