MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Ocho de cada diez consultas en oficinas de farmacia sobre síntomas menores son resueltas por el profesional de Farmacia sin necesidad de derivación médica, según se desprende de un estudio sobre la implantación del servicio de Indicación Farmacéutica en la Comunidad de Madrid.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) han coordinado un grupo de 105 farmacéuticos de 74 oficinas de farmacia de la región que han llevado a cabo el registro de los datos de la intervención farmacéutica durante un año dentro de un protocolo de actuación, INDICA+PRO. Implantación, consensuado con las principales sociedades médicas.
En total, las farmacias madrileñas han efectuado 2.015 registros de síntomas menores durante un año, que se correspondieron en un 86,1% de los casos con consultas sobre un determinado síntoma o dolor y en un 13,9% con la demanda de un tratamiento concreto.
En los doce meses de seguimiento, el farmacéutico derivó a la consulta médica 246 casos (el 12,2% del total de los registros obtenidos), por lo que se prestó indicación farmacéutica en más de ocho de cada diez casos.
Entre otros resultados, cabe reseñar que en la oficina de farmacia se modificó la demanda del tratamiento hecha por el paciente en tres de cada cuatro ocasiones, bien porque no se ajustaba al síntoma que presentaba, había alternativas más eficaces o porque se podrían producir interacciones con otras terapias en curso.
Uno de los aspectos mejor valorados por los propios pacientes es el seguimiento farmacéutico a los diez días del servicio de indicación. Los farmacéuticos contactaron con los pacientes, bien por teléfono o SMS, para conocer cómo estaban y llevaron a cabo 1.292 evaluaciones. En una escala de 1 a 10, los pacientes indicaron una mejoría del síntoma del 8,38 gracias a la intervención del farmacéutico y el remedio indicado.
Igualmente, después de la atención farmacéutica, la percepción del estado de salud había mejorado del 60,93 sobre 100 a un 82,2 sobre 100, lo que se traduce en una mayor calidad de vida posterior.
Los datos han sido presentados la vocal de Docencia e Investigación del COFM, Pilar Varela Gallego, en el marco de la inauguración de la Segunda Jornada Nacional de Indicación Farmacéutica, que ha organizado la SEFAC en colaboración con el COFM en Madrid.
REDUCIR LAS CONSULTAS MÉDICAS
Durante su intervención, el presidente del COFM, Luis González Díez, ha resaltado el valor que ofrece el Servicio de Indicación Farmacéutica en Síntomas Menores, "una nueva forma de hacer farmacia que permite promover el autocuidado del paciente y gestionar, de una manera eficaz, los miles de consultas diarias que colapsan el Sistema Nacional de Salud".
En esta línea, ha incidido en la oportunidad de implantar el servicio de indicación en la farmacia para gestionar "de forma profesional y protocolizada", 39 síntomas menores, como acidez, congestión nasal, cefalea, dolor de garganta, síndrome catarral, tos y vómitos, entre otros, que se encuentran entre las consultas más frecuentes de los pacientes.
"Ayudar a reducir las consultas médicas que están relacionadas con síntomas menores a través del uso seguro y eficaz de los medicamentos que no requieren prescripción médica supone un beneficio claro para los pacientes y es oxígeno puro para el sistema sanitario", ha subrayado en un acto que ha contado con la participación de la directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Elena Mantilla García, y el presidente de SEFAC, Vicente J. Baixauli Fernández.
En su intervención, la responsable del Gobierno regional ha puesto el acento el ahorro para el sistema sanitario y ayuda a descongestionarlo. "No se puede obviar el tremendo papel de la farmacia y del farmacéutico en el Sistema Nacional de Salud. La oficina de farmacia, muchas veces, hace de puerta de entrada al mismo"", ha destacado.
Por su parte, la secretaria general del COFM, Mercedes González Gomis, ha remarcado finalmente las ventajas del servicio de indicación al ofrecer "seguridad en el autocuidado y la automedicación, además de unificar la práctica diaria mediante protocolos y permitir evaluar el ahorro sanitario". Asimismo, ha apuntado el riesgo de que otros profesionales sanitarios asuman el tratamiento de síntomas menores.