MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ante el Día Nacional del Cáncer Infantil, que se celebra este lunes, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos reivindica su compromiso y su papel "cercano y accesible" con los pacientes y sus familias mediante la publicación de un nuevo Punto Farmacológico, un informe técnico que aborda la epidemiología del cáncer pediátrico en España, revisa los principales aspectos clínicos y el tratamiento de las neoplasias más frecuentes en niños y actualiza el papel asistencial que el profesional farmacéutico puede desarrollar en términos de educación sanitaria, detección precoz y optimización de la farmacoterapia.
Asimismo, además de todo lo relativo al uso de los medicamentos, el farmacéutico desempeña una importante labor en cuanto a la educación de los pacientes infantiles de leucemias y linfomas en aspectos como la alimentación, pues los tratamientos y la propia enfermedad pueden ser causa de malnutrición. Además, también ayudan a la reducción de riesgos de padecer infecciones a las que, por su estado de salud, son más propensos, insistiendo en medidas como el lavado de manos, una buena hidratación, ejercicio físico regular y moderado y evitar el tabaco o las aglomeraciones en ambientes cerrados.
De igual forma, el farmacéutico puede orientar a que el enfermo y sus familias contacten y participen en iniciativas de la sociedad civil, como asociaciones de pacientes, con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de los niños y adolescentes afectados.
DETECCIÓN PRECOZ
Se considera que la mejor medida preventiva es la detección precoz, pues el comienzo temprano de los tratamientos de leucemias y linfomas es decisivo para su eficacia. Entre los signos de alarma que puede detectar el farmacéutico, y sobre los que debe aconsejar consultar lo antes posible con el médico pediatra, se encuentran: la fiebre de origen desconocido, la pérdida de peso o astenia marcada sin causa aparente, los hematomas sin causa identificada, el dolor de huesos generalizado, las inflamaciones de ganglios linfáticos (o la aparición de "bultos"), el dolor de cabeza o las alteraciones visuales.
En lo que se refiere al tratamiento, como en toda enfermedad larga y en la que se usan diversos medicamentos, es fundamental la labor del farmacéutico en el fomento de la adherencia y en el seguimiento y vigilancia farmacológica.
EL PAPEL DEL FARMACÉUTICO EN LAS TERAPIAS CAR-T
Así las cosas, ol reciente irrupción de las terapias CAR-T en el tratamiento de leucemias y linfomas hace que, por su complejidad, sea fundamental la colaboración entre la farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria, con el fin de mejorar la gestión clínica y la continuidad asistencial de estos pacientes. Así, se confirma que la profesión farmacéutica, en sus diversas modalidades de ejercicio, continúa adquiriendo nuevas funciones asistenciales.