MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha publicado el Punto Farmacológico 145, en el que, entre otros aspectos, se revisa la contribución de este profesional sanitario para mejorar la calidad de vida de los pacientes cardiovasculares, especialmente de aquellos que presentan o tienen riesgo de una cardiopatía isquémica.
Este informe técnico revisa en profundidad el conocimiento actual sobre las ECV y su tratamiento, poniendo especial atención en las funciones asistenciales que puede desarrollar el farmacéutico para reducir tanto la aparición de estas enfermedades como sus efectos.
"El farmacéutico comunitario, por su cercanía y accesibilidad, ocupa una posición privilegiada para transmitir a los ciudadanos información rigurosa sobre el riesgo cardiovascular y las buenas prácticas para prevenirlos, como el abandono del hábito tabáquico y del consumo excesivo de alcohol, la realización regular de ejercicio físico, llevar una dieta sana y variada, evitar el sobrepeso y controlar periódicamente parámetros como el índice de masa corporal, la presión arterial, la glucemia o la colesterolemia", reivindican en un comunicado con motivo del Día Mundial del Corazón.
Dentro de la labor asistencial del farmacéutico está combatir tópicos erróneos que asumen muchos pacientes de ECV que inundan las redes sociales, como, por ejemplo, que el ácido acetilsalicílico es un remedio antiguo y, por tanto, superado.
"La realidad es que sigue siendo uno de los fármacos más eficaces en la prevención de nuevos episodios coronarios y reduce el riesgo de otros eventos vasculares, como el ictus. También es bastante corriente entre pacientes con antecedentes coronarios la creencia de que llevar permanentemente un parche de nitroglicerina les protege, cuando su función no es preventiva ya que solo es efectiva en ataques agudos", señalan.