Farmacéuticos de primaria piden diseñar estrategias para responder al incremento de personas con multimorbilidad

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Publicado: viernes, 31 mayo 2024 19:02

MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SRFAP) ha pedido diseñar estrategias para responder al incremento del número de personas con multimorbilidad ya que, según ha señalado la farmacéutica de Primaria Noemí Villén Romero, "la multimorbilidad tiene una prevalencia alta y creciente, ya que el incremento de la esperanza de vida hace que las personas vayan adquiriendo enfermedades crónicas a lo largo de su vida".

"La multimorbilidad actualmente presenta consecuencias negativas en las personas que la padecen, los cuidadores, los profesionales y los sistemas sanitarios, pero el principal reto es precisamente el incremento de su prevalencia", ha argumentado Noemí Villén Romero en la mesa de debate 'Abordaje de la complejidad clínica', enmarcada en el programa del 27º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), que reúne estos días en el Palau de Congressos de Girona a cerca de 400 farmacéuticos de AP de toda España.

La multimorbilidad, como ha señalado Villén Romero, puede modificar individualmente los resultados de salud y conducir a una mayor discapacidad, disminución de la calidad de vida o fragilidad. "Las personas con multimorbilidad tienen más riesgo de presentar alteración de la funcionalidad, una atención sanitaria más fraccionada, polimedicación e incluso también se ha relacionado con un aumento de la mortalidad", ha añadido la farmacéutica de AP, que ha apuntado que una revisión sistemática realizada en el Reino Unido concluyó que las personas con multimorbilidad tienen 14,38 veces más probabilidades de sufrir un ingreso hospitalario no planificado, independientemente de su edad, lo que también tiene un impacto a nivel de costes para el sistema sanitario.

Según la experta, la atención a los pacientes con multimorbilidad supone un reto para los profesionales sanitarios que, con frecuencia, se ven limitados por la falta de tiempo y de recursos para la gestión de estos pacientes, que requerirían de una atención compleja e individualizada, así como por la atención fraccionada y la aplicación de múltiples guías clínicas centradas en una patología y no en el paciente con multimorbilidad.

Entre esos retos se situaría en un puesto destacado la polimedicación. Una revisión y metaanálisis publicado en 2022 estimaba la prevalencia de polimedicación en un 37 por ciento en la población global y un 45 por ciento en personas con edad superior a 64 años. Una prevalencia que con toda seguridad será mayor en personas con multimorbilidad.

"La polimedicación es a menudo la consecuencia del tratamiento de múltiples enfermedades crónicas, por eso está íntimamente relacionada con la multimorbilidad", ha sostenido Noemí Villén Romero, que ha destacado que en personas frágiles, con complejidad clínica, varias patologías crónicas o edades muy avanzadas "es fundamental realizar una revisión de la medicación centrada en la persona y alinear la intensidad terapéutica con los objetivos asistenciales acordados con el paciente" con el fin de evitar la inercia terapéutica y retirar fármacos que dejan de ser necesarios o que se prescriben para enfermedades que no dan síntomas y que, por tanto, tienen una baja probabilidad de beneficio.

En ese mismo sentido, la farmacéutica de Atención Primaria ha recordado que los cambios del envejecimiento sobre la farmacocinética (efectos del organismo en el fármaco) y farmacodinámica (efectos del fármaco en el organismo) en pacientes que presentan multimorbilidad y polimedicación "también ponen a las personas de edad avanzada en una situación vulnerable de presentar más eventos adversos a la medicación, implicando problemas de seguridad en la población, carga asistencial y costes sanitarios relevantes".

La farmacéutica de atención primaria también ha destacado la importancia de la toma de conciencia sobre este problema de salud pública a todos los niveles. "Acciones como fomentar las actividades formativas en el abordaje de pacientes complejos, disponer de guías de actuación que aborden al paciente con multimorbilidad y no sus enfermedades de forma aislada, o mejorar la coordinación entre los distintos niveles asistenciales para garantizar una óptima continuidad asistencial, pueden ser iniciativas que contribuyan a una mejor gestión de los pacientes", ha subrayado Villén.

Así, al experta considera "básico" que los sistemas sanitarios y gobiernos "pongan el foco" en las personas con multimorbilidad y empiecen a diseñar estrategias para que el sistema sanitario pueda responder al incremento sustancial del número de personas con multimorbilidad que se espera en los próximos años.