MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) ha destacado su papel en el nuevo Reglamento Europeo 2017/745 de 5 de abril, por el que se regulan los productos sanitarios, empezó a ser de aplicación obligatoria en la mayor parte de su contenido el pasado 26 de mayo de 2021.
En esta normativa se incluyen todos aquellos dispositivos médicos destinados, entre otras muchas cosas, al diagnóstico, prevención, seguimiento, predicción, pronóstico, tratamiento o alivio de una enfermedad que no ejercen su acción principal prevista en el interior o en la superficie del cuerpo humano por mecanismos farmacológicos, inmunológicos ni metabólicos.
"El nuevo reglamento introduce importantes mejoras y responsabilidades relacionadas con las investigaciones clínicas y la evaluación clínica de los productos sanitarios, la vigilancia y el control del mercado", ha dicho el coordinador del grupo de trabajo de Productos Sanitarios de la SEFAP, José Manuel Paredero.
A su juicio, en todos estos aspectos y muy especialmente en el de la evaluación clínica de los productos sanitarios, los farmacéuticos de Atención Primaria pueden aportar "mucho conocimiento" que podrá ayudar a la toma de decisiones en los acuerdos de compras, donde se pueda contribuir con un criterio científico más adecuado a la selección de productos.
Y es que, tal y como ha recordado Paredero, el nuevo reglamento también impulsa la vigilancia de productos sanitarios con la obligación de emitir informes periódicos de seguridad con una frecuencia relacionada con su riesgo. Además, los estados miembros deberán reforzar sus sistemas de vigilancia para evaluar las señales de productos defectuosos o con riesgo no ponderados suficientemente en el desarrollo clínico.
"En este sentido el FAP puede aportar mucha información y ser un agente que participe en la valoración post comercialización de los productos sanitarios. Algo que también es aplicable a los productos frontera y fraudulentos que abundan por la red ofreciendo propiedades y eficacia cuestionables. Queremos ser un referente para la denuncia de estos productos y que pacientes y usuarios nos puedan consultar sobre la fiabilidad de los mismos; todo ello sin perjuicio de comunicarlo a las autoridades competentes para las acciones oportunas conforme a la normativa", ha reflexionado el experto.
Dicho esto, ha señalado que la nueva normativa europea de productos sanitarios exige "una adecuada formación" de los farmacéuticos de atención primaria. "Dentro del actual mapa de competencias del Farmacéutico de Atención Primaria se indica que debemos ser capaces de desarrollar metodologías de análisis y generar evidencia en la utilización de productos sanitarios en la práctica clínica real. Esto es algo que hacemos habitualmente con los medicamentos, pero que todavía es muy difícil de ver en el ámbito de los productos sanitarios", ha comentado.
Al mismo tiempo, el portavoz de SEFAP ha señalado que en la actualidad se echa en falta que los profesionales sanitarios dispongan de información independiente que les permita conocer el valor real que aportan determinados productos que les presentan a través de información veraz y elaborada con la metodología adecuada con el fin de optimizar su utilización.
"Por ese motivo, nuestro objetivo principal es proporcionar a los farmacéuticos de primaria el conocimiento y las habilidades que les permitan ser referentes en la evaluación y posicionamiento clínico-terapéutico de productos sanitarios de alto impacto en Atención Primaria", ha zanjado.