MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Para favorecer una automedicación segura, el Grupo de Pacientes y Ciudadanía de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) ha elaborado una infografía en la que profundiza en el concepto de automedicación responsable y alerta de la necesidad de usar los medicamentos con precaución, sobre todo en pacientes crónicos, niños y embarazadas.
"La automedicación, si se hace de una manera responsable, no tendría por qué suponer un problema, ya que forma parte del autocuidado. El concepto de autocuidado de la salud es una necesidad cada vez más importante debido al envejecimiento de la población y a que los recursos son limitados", afirman las autoras de la infografía, Beatriz Benítez y Eva López, miembros del Grupo de Pacientes y Ciudadanía de SEFAP.
Para las farmacéuticas de atención primaria (AP), se puede hablar de automedicación responsable cuando se tratan problemas de salud leves, como por ejemplo un dolor de poca intensidad o los síntomas menores de un resfriado, durante cortos periodos de tiempo, con medicamentos que no necesiten la prescripción de un médico, odontólogo o podólogo, y siempre que se utilicen esos fármacos tal y como se indica en su prospecto.
En todo caso, y aunque se sigan estas normas de seguridad básicas, Benítez señala que hay determinados grupos de población que deben tener "especial precaución" y consultar con el profesional sanitario antes de iniciar cualquier medicación o ingesta de complementos o suplementos alimenticios, vitaminas o productos de herboristería.
Entre ellos se encontrarían los niños, las mujeres embarazadas o que crean que pueden estarlo, así como las mujeres durante el periodo de lactancia, especialmente durante el puerperio y los primeros meses de vida del lactante; y los pacientes con enfermedades crónicas.
"En las enfermedades crónicas es necesario que sea el médico el que decida cuál es el medicamento más adecuado. Además, aquellos pacientes con enfermedades crónicas que en algún momento necesiten automedicarse para tratar un problema de salud leve con alguno de los medicamentos autorizados de venta libre, deben consultar con su profesional sanitario de referencia antes de empezar a tomar el medicamento para que éste valore si es recomendable o no. Por ejemplo, los pacientes con problemas de tensión alta no deberían usar sprays nasales para descongestionar la nariz sin recomendación de su médico", argumenta Benítez.
López, por su parte, recuerda que, en el caso de los antibióticos, "nunca" se puede hablar de automedicación responsable, ya que estos fármacos siempre necesitan receta médica. "Elegir cuándo prescribir un antibiótico y cuándo no, así como seleccionar el antibiótico más adecuado para cada caso, requiere mucha formación y experiencia, por eso nunca son adecuados para la automedicación", explica la farmacéutica de AP.
"Cada año más de 33.000 personas en Europa mueren debido a infecciones por bacterias multirresistentes. Si no usamos los antibióticos de la forma adecuada en unos años podrían morir muchas personas por infecciones que ahora mismo son curables", alerta.
RIESGOS DE UNA AUTOMEDICACIÓN NO RESPONSABLE
Además del desarrollo de infecciones por bacterias multirresistentes debido al mal uso de los antibióticos, desde el grupo de Pacientes y Ciudadanía de SEFAP alertan de otros riesgos para los pacientes derivados de una automedicación no responsable.
Entre ellos, destaca la falta de efectividad de los medicamentos al no ser utilizados de la forma adecuada o utilizarse para problemas de salud para los que no estén indicados. Por ejemplo, utilizar antibióticos para tratar procesos víricos como la gripe.
Otro de los peligros son las interacciones con otros medicamentos y/o con alimentos que esté tomando el paciente, lo que podría disminuir o aumentar el efecto de alguno de los medicamentos.
Asimismo, también es preciso tener cuidado con las reacciones adversas al medicamento y si hay intolerancia o alergia a alguno de los componentes, tanto al medicamento como a los excipientes.
Otro de los riesgos es la creación de una dependencia o adicción, como puede ocurrir con los descongestivos nasales. Por último, también hay que evitar que, si la automedicación se utiliza para tratar signos y síntomas de enfermedades graves, esto pueda retrasar un diagnóstico y tratamiento correctos.
Para evitar todos estos riesgos, Benítez y López señalan algunos principios de la automedicación responsable, entre los que estarían adquirir siempre los medicamentos en una farmacia, leer el prospecto y consultar con el farmacéutico antes de iniciar el medicamento.
Así, también es preciso respetar la dosis que se indica en el prospecto para evitar una intoxicación o sobredosificación, respetar la duración de tratamiento (ya que algunos medicamentos de autocuidado pueden generar efecto rebote y llegar a ocasionar adicciones), dejar de tomarlos si se sospecha de algún efecto secundario y consultar con el médico si el problema para el que se toma el fármaco no se ha resuelto en 2 o 3 días o si se ha empeorado.