MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Cedars-Sinai en Beverly (EEUU) han publicado dos estudios centrados en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) donde se puede observar que, por un lado, los medicamento para la enfermedad inflamatoria intestinal pueden proteger contra la COVID-19 grave y, por otra parte, que la vacuna contra fortaleció un tipo de respuesta inmunitaria al virus SARS-CoV-2 en estos pacientes a pesar de que estaban tomando medicamentos inmunosupresores.
Los hallazgos de estos estudios se han ppublicado en las revistas 'IBD', 'Crohn's & Colitis Foundation', y 'Frontiers in Immunology'. "Encontramos que con la vacunación contra el COVID-19, la mayoría de los principales tratamientos inmunosupresores para la EII conservaron la respuesta de las células T, con una notable excepción: la terapia con medicamentos anti-factor de necrosis tumoral (anti-TNF)", ha señalado Gil Melmed, investigador principal del estudio y director de Investigación Clínica de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en Cedars-Sinai.
"Este tratamiento biológico en realidad elevó la actividad de las células T en los pacientes vacunados. Creemos que esto puede ayudar a protegerlos de una enfermedad grave después de una infección avanzada", ha añadido.
Los productos biológicos como el anti-TNF son medicamentos que suprimen la inflamación, la respuesta protectora del cuerpo a las lesiones y enfermedades, que pueden empeorar la EII cuando se vuelve crónica. Las células T, un tipo de glóbulo blanco, se desarrollan en la médula ósea y desempeñan un papel fundamental en la lucha contra los virus.
"El aumento de la respuesta de las células T por la terapia anti-TNF puede explicar parcialmente la asociación recientemente informada de productos biológicos con hospitalizaciones reducidas o muerte por COVID-19. La respuesta inmunitaria de las células T es importante para reducir la gravedad de la enfermedad después de la infección por COVID", ha añadido Dalin Li, primer autor del estudio y científico investigador de la EII en Cedars-Sinai.
Los autores del estudio señalan que los hallazgos apuntan al potencial de desarrollar pruebas clínicas de respuesta de células T que podrían usarse para monitorear los resultados de nuevas vacunas y refuerzos.
"El beneficio del anti-TNF en las respuestas de las células T de la vacuna es una sorpresa. Los esfuerzos ahora deberían evaluar si redujo las hospitalizaciones después de que los pacientes con esta terapia tuvieran una infección avanzada. Y queremos comprender mejor el mecanismo científico, que podría proporcionar pistas para mejorar el lado de las células T de la respuesta de la vacuna", ha aseñalado Dermot McGovern, coautor de los dos estudios y director de Investigación Traslacional en el Instituto de Investigación Intestinal e Inmunobiología en Cedars-Sinai.
La conclusión para las personas que reciben terapias inmunosupresoras para la enfermedad es alentadora, según los investigadores. "Esto debería ser una garantía importante para los pacientes con EII vacunados que están recibiendo tratamiento; sus terapias pueden estar ofreciendo una protección importante contra enfermedades graves u hospitalizaciones si contraen una infección avanzada. También debería alentarlos a ellos y a sus médicos a mantener su tratamiento durante esta fase de la pandemia y mantenerse al día con sus vacunas de refuerzo", concluye Jonathan Braun, autor del estudio.