MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos han descubierto que el parásito de la malaria 'Plasmodium vivax' está evolucionando rápidamente para adaptarse a las condiciones en diferentes ubicaciones geográficas, en particular, para defenderse de los medicamentos antimaláricos utilizados. El estudio, publicado este lunes en la revista 'Nature Genetics', proporciona una base para el uso de la vigilancia genómica con el fin de realizar estrategias eficaces para controlar y eliminar el paludismo.
'P. Vivax' se encuentra principalmente en Asia y América del Sur, y 2,5 millones de personas están en riesgo de infección en todo el mundo. Es extremadamente difícil trabajar con esta especie de parásito de la malaria, por lo que el nuevo estudio ha creado uno de los mayores conjuntos de datos genómicos de esta especie hasta la fecha, que está a disposición de todos los investigadores.
El equipo internacional de investigadores, en el que participaron Dominic Kwiatkowski, del 'Wellcome Trust Sanger Institute' y el 'Wellcome Trust Centre for Human Genetics', en Reino Unido, y numerosos investigadores internacionales, estudió los genomas de más de 200 muestras de parásitos desde múltiples ubicaciones en todo el sudeste de Asia, identificando las cepas trasportadas por cada paciente y revelando su historia de infección.
A diferencia de 'Plasmodium falciparum', su primo más ampliamente estudiado, 'Plasmodium vivax' puede permanecer latente en el interior del hígado de una persona durante años hasta que emerge causando una recaída de la malaria. Es extremadamente difícil de cultivar en condiciones de laboratorio y los pacientes presentan niveles muy bajos de ADN de 'P. Vivax' en la sangre. Sólo ahora, con las modernas tecnologías de secuenciación de ADN, ha sido posible analizar en detalle la genética del parásito que causa la malaria recidivante.
Los investigadores encontraron que los parásitos están evolucionando rápidamente para evadir los medicamentos contra la malaria y que 'P. Vivax' ha evolucionado de manera diferente en Tailandia, Camboya e Indonesia, probablemente debido al consumo diferente de medicamentos en cada lugar. Este estudio mostró que las señales genómicas podrían ayudar a identificar las áreas locales de resistencia a los medicamentos, a medida que surgieron, información que podría ayudar al personal local de salud pública.
El doctor Richard Pearson, primer autor del documento del Instituto Sanger, señala: "Podemos ver en el genoma que la resistencia a los medicamentos es un gran conductor de la evolución. Curiosamente, en algunos lugares, este proceso parece estar ocurriendo en respuesta a los fármacos empleados fundamentalmente para tratar un parásito de la malaria diferente, 'P. Falciparum'. Aunque la causa exacta no se conoce, ésta es una señal preocupante de que la resistencia a los fármacos está profundamente arraigada en la población de parásitos".
EL USO DE FÁRMACOS PARA OTRA CEPA, POSIBLE CAUSA
Hay varias razones posibles por las que 'P. Vivax' puede estar evolucionando para evadir los medicamentos utilizados contra 'P. Falciparum'. Muchas personas tienen infecciones mixtas de ambas especies de parásito, de modo que en el tratamiento de una especie, la otra automáticamente se expone al fármaco. El uso de medicamentos no supervisado donde muchas personas toman el más fácilmente disponible, en lugar del antimalárico más adecuado, también puede contribuir.
Un hallazgo clave adicional fue que, cuando los investigadores, financiados en parte por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, identificaron a los pacientes que eran portadores de múltiples cepas del parásito en su sangre, los datos genómicos permitieron determinar cómo de cerca estaban relacionadas entre sí las diferentes cepas.
El profesor Kwiatkowski afirma: "Esto significa que ahora podemos empezar a separar la complejidad genética de las infecciones individuales por 'Plasmodium vivax' y averiguar si los parásitos procedían de una o más picaduras de mosquitos. Proporciona una forma de abordar cuestiones fundamentales acerca de cómo se transmite 'P. Vivax' y cómo persiste dentro de una comunidad y, en particular, acerca de la biología de las infecciones recidivantes", añade.
El profesor Ric Price, de la Universidad de Oxford, Reino Unido, y la Escuela Menzies de Investigación en Salud, Australia, señala: "El fármaco de primera línea se utiliza para tratar la malaria vivax es cloroquina. Nuestro estudio muestra que la evidencia más fuerte de evolución es en Papua, Indonesia, donde la resistencia de 'P. Vivax' a la cloroquina está ahora subiendo. Estos datos proporcionan información crucial a partir de la cual podemos empezar a identificar los mecanismos de resistencia a los medicamentos en 'P. vivax".
"Durante mucho tiempo, no ha sido posible estudiar los genomas de 'P. Vivax' en detalle, a gran escala, pero ahora podemos y estamos viendo el efecto que el consumo de medicamentos tiene sobre cómo evolucionan los parásitos. En un futuro próximo, los datos genómicos proporcionarán herramientas de vigilancia más potentes que las están tratando de hacer frente a estos problemas y tomar decisiones sobre cómo controlar y eliminar la malaria", concluye Kwiatkowski.