MADRID 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los medicamentos para reducir el colesterol llamados estatinas han demostrado beneficios sustanciales en la reducción del riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares causados por coágulos de sangre (accidentes cerebrovasculares isquémicos) en pacientes en riesgo. Como las estatinas se asocian con bajo riesgo de efectos secundarios, los beneficios de tomarlas superan los riesgos, según una declaración científica de la Asociación Americana del Corazón que revisó varios estudios que evaluaron la seguridad y los posibles efectos secundarios de estos medicamentos.
Según la declaración, que se publica en la revista de la Asociación 'Circulation: Arteriosclerosis, Thrombosis y Vascular Biology', uno de cada cuatro estadounidenses mayores de 40 años toma un medicamento de estatina, pero hasta el 10 por ciento de las personas en Estados Unidos deja de tomarlos porque experimentan síntomas que pueden asumir que se deben al medicamento, pero es posible que no lo sea.
"En la mayoría de los casos, no se debe dejar de tomar su estatina si se cree que tiene efectos secundarios, en su lugar, hay que halbar con el proveedor de atención médica acerca de las inquietudes. Detener una estatina puede aumentar significativamente el riesgo de un ataque cardiaco o un derrame cerebral causado por una arteria bloqueada", explica Mark Creager, expresidente de la Asociación Americana del Corazón y director del Centro Cardiaco y Vascular en el Centro Médico Dartmouth-Hitchcock en Lebanon, New Hampshire, Estados Unidos.
RABDOMIÓLISIS, UN RARO EFECTO SECUNDARIO
La única excepción es si de repente el paciente comienza a tener la orina oscura, lo que puede ser un signo de un problema muy raro en el que una lesión muscular grave, llamada rabdomiólisis, puede provocar insuficiencia renal aguda. Si se ve este signo, se debe suspender el uso de estatina y llamar al médico de inmediato. La revisión actual de la investigación incluida en esta declaración muestra que la rabdomiólisis se observó en menos del 0,1 por ciento de los pacientes en tratamiento con estatinas.
Los efectos secundarios más comunes que los pacientes reportan son dolores y molestias musculares. Análisis de múltiples estudios controlados aleatorios doble ciego de todas las estatinas disponibles en la actualidad concluyen que las dosis máximas recomendadas han demostrado que no más del 1 por ciento de los pacientes desarrollan síntomas musculares que probablemente son causados por los medicamentos con estatinas.
Aunque muchos pacientes tratados con estatinas atribuyen los síntomas musculares que desarrollan a sus estatinas, los dolores musculares son comunes entre los adultos de mediana edad y adultos mayores y tienen muchas causas. Debido a que los pacientes pueden no estar seguros de la causa de estos síntomas, y porque la creencia del paciente de que sus síntomas son causados por sus estatinas podría hacer que dejen de tomarlos, lo que eleva el riesgo de un evento cardiovascular, los profesionales de la salud deben prestar mucha atención a las preocupaciones de sus pacientes y ayudarles a evaluar las posibles causas.
Si existe incertidumbre, los profesionales de la salud deben considerar medir los niveles de creatinina quinasa de un paciente, un marcador en la sangre que podría indicar daño muscular. Si los niveles de creatina quinasa son normales, el paciente puede estar seguro de que no se ha producido daño muscular. No tener suficiente vitamina D también puede causar dolores y molestias musculares y sus niveles se pueden medir fácilmente.
Hay otra razón por la que las personas que están siendo tratadas con estatinas pueden experimentar dolor muscular, el "efecto nocebo", la expectativa de daño de la terapia basada en el informe de problemas musculares atribuidos a las estatinas en la prensa, advertencias proporcionadas por los proveedores de atención médica y en los paquetes de los medicamentos.
Los síntomas relacionados con el "efecto nocebo" pueden ser graves, y el médico nunca debe descartarlos. La declaración sugiere probar una dosis más baja del mismo medicamento de estatina o probar un medicamento de estatina diferente para ver si los síntomas del paciente mejoran. Aun así, puede ser difícil descubrir las razones por las que un paciente experimenta síntomas.
El tratamiento con estatinas puede aumentar ligeramente el riesgo de diabetes, especialmente en personas que ya tienen factores de riesgo, como un estilo de vida sedentario y obesidad. Sin embargo, el riesgo absoluto de que se diagnostique diabetes a los nuevos pacientes debido al uso de estatinas en los ensayos principales ha sido de solo un 0,2 por ciento por año.
Para las personas que ya tienen diabetes, el aumento promedio en HbA1c (una medida de cuánta glucosa hay en la sangre) cuando se toman estatinas es pequeño y no se considera una razón para no prescribir estos agentes. Aunque la diabetes es un factor de riesgo importante para ataques cardiacos, insuficiencia cardiaca y otros eventos cardiovasculares, el tratamiento con estatinas reduce sustancialmente el riesgo de estos eventos y puede ser apropiado para pacientes que ya tienen diabetes.
A pesar de que la declaración indica que no hay mayor riesgo de un primer accidente cerebrovascular hemorrágico con el uso de estatinas, puede haber un riesgo ligeramente mayor de accidente cerebrovascular hemorrágico en personas que ya han tenido ese tipo de accidente cerebrovascular (causado por la ruptura de una arteria). Sin embargo, el riesgo absoluto es muy pequeño y el beneficio de reducir el accidente cerebrovascular en general y otros eventos vasculares generalmente supera ese riesgo.
POCA EVIDENCIA DE RELACIÓN ENTRE ESTATINAS Y VARIAS AFECCIONES
Los autores también revisaron la evidencia científica sobre otros posibles efectos secundarios de las estatinas e inquietudes de seguridad que incluyen daño hepático, efectos neurológicos, neuropatía periférica, cataratas, roturas de tendones y otros, pero encontraron poca evidencia de que las estatinas estuvieran asociadas con un mayor riesgo de estas afecciones.
Los medicamentos con estatinas trabajan disminuyendo la cantidad de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocido como colesterol "malo" producido por el hígado. Hay muchas estatinas diferentes disponibles en Estados Unidos, incluidas las versiones genéricas de bajo costo. Para determinar si las estatinas son apropiadas para un paciente, la Asociación Americana del Corazón recomienda que los pacientes hablen con su médico para evaluar el riesgo de sufrir un ataque cardiaco o un derrame cerebral en los siguientes diez años, utilizando la Calculadora de Riesgo de la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología.
Dependiendo de la puntuación de riesgo del paciente, el paciente y el proveedor de atención médica deben analizar formas de reducirlo si está elevado, incluidos los cambios en el estilo de vida y la dieta. La terapia con estatinas podría ser adecuada para si el paciente es un adulto de 40 a 75 años de edad con colesterol LDL (malo) de 70-189 mg/dL y tiene un riesgo del 7,5 por ciento o más de sufrir ataque cardiaco o derrame cerebral dentro de los 10 años.
También deberían considerar el uso de estatinas personas con antecedentes de eventos cardiovasculares (ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, angina estable o inestable --dolor de pecho--, enfermedad arterial periférica, ataque isquémico transitorio o revascularización arterial coronaria o de otro tipo). Igualmente, las personas de 21 años o más que tienen un nivel muy alto de colesterol LDL (malo), de 190 mg/dL o más, y las personas con diabetes y un nivel de colesterol LDL (malo) de 70-189 mg/dL de entre 40 a 75 años de edad podrían tener que usar estatinas.