MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las estatinas, medicamentos habituales para reducir el colesterol, pueden proteger el corazón de las mujeres del daño causado durante la quimioterapia para el cáncer de mama en etapa inicial, según una nueva investigación publicada en el 'Journal of the American Heart Association', una publicación de acceso abierto de la Asociación Americana del Corazón.
"Dos tipos de medicamentos contra el cáncer, las antraciclinas y el trastuzumab, son tratamientos efectivos para muchas mujeres con cáncer de mama pero el riesgo de daño del músculo cardíaco ha limitado su uso, particularmente en mujeres que tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos debido a su edad o otros problemas médicos", explica Husam Abdel-Qadir, autor principal del estudio, profesor asistente de medicina en el Instituto de Política, Gestión y Evaluación de la Salud de la Universidad de Toronto (Canadá), y cardiólogo en el Women's College Hospital y el Centro Cardíaco Peter Munk, parte de la Red de Salud Universitaria en Toronto.
"Los mecanismos de estos medicamentos son esenciales para matar las células del cáncer de mama, sin embargo, estos procesos también pueden dañar las células del músculo cardíaco, lo que lleva al debilitamiento del corazón", añade.
Pequeños estudios anteriores han sugerido que las mujeres que toman estatinas pueden tener menos daño del músculo cardíaco debido a estos tipos de quimioterapia. Aún se desconocen los mecanismos exactos de cómo las estatinas protegen contra el daño de las células cardíacas. Se cree que las estatinas tienen acciones antioxidantes y antiinflamatorias.
Para el estudio actual, los investigadores utilizaron varias bases de datos administrativas de salud en Ontario, para revisar la incidencia de insuficiencia cardíaca en mujeres de 66 años o más que recibieron antraciclinas o trastuzumab para el cáncer de mama en estadio temprano recién diagnosticado entre 2007 y 2017.
A cada mujer que ya tomaba estatinas se le asignó un compañero que no las tomaba, así como una variedad de factores médicos y sociales. Se compararon los dos grupos para comprender cuántas hospitalizaciones o visitas a la sala de emergencias por insuficiencia cardíaca fueron necesarias en los cinco años posteriores a la quimioterapia. Ninguno había sido diagnosticado previamente con insuficiencia cardíaca.
Los investigadores encontraron que en los 666 pares de mujeres (con una edad media de 69 años) tratadas con antraciclinas, las que tomaban estatinas tenían un 55% menos de probabilidades de ser tratadas en el hospital por insuficiencia cardíaca (1,2% frente a 2,9%).
En los 390 pares de mujeres (mediana de edad 71) tratadas con trastuzumab, las que tomaban estatinas tenían un 54% menos de probabilidades de ser tratadas en el hospital por insuficiencia cardíaca (2,7% frente a 3,7%), una tendencia que no alcanzó significación estadística.
"Nuestros hallazgos apoyan la idea de que las estatinas pueden ser una intervención potencial para prevenir la insuficiencia cardíaca en pacientes que reciben quimioterapia con antraciclinas y potencialmente trastuzumab", explica Abdel-Qadir.
Este estudio, al ser observacional, encontró una asociación pero no puede concluir que exista una relación de causa y efecto entre tomar estatinas y un menor riesgo de insuficiencia cardíaca.
"Este estudio no prueba de manera concluyente que las estatinas sean protectoras --precisa Abdel-Qadir--. Sin embargo, este estudio se basa en el cuerpo de evidencia que sugiere que pueden tener beneficios. Para las mujeres con cáncer de mama que cumplen con las indicaciones establecidas para tomar una estatina, idealmente deberían continuar tomándola durante todo el tratamiento de quimioterapia".
El doctor añade que "las mujeres que no tienen una indicación para una estatina deben preguntar a su equipo de atención médica si pueden participar en un ensayo clínico que estudie los beneficios de las estatinas para proteger contra el daño del músculo cardíaco durante la quimioterapia. De lo contrario, deben centrarse en medidas para optimizar su salud cardiovascular antes, durante y después de la quimioterapia", advierte.
Los autores admiten que es posible que los resultados de este estudio en mujeres mayores no se puedan generalizar a mujeres más jóvenes o a aquellas con bajo riesgo cardiovascular que no cumplen con las indicaciones actuales para una estatina.