España está a la cola de Europa en el acceso a anticoagulantes orales de acción directa

Publicado: jueves, 6 abril 2017 17:19

MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

España está a la cola de Europa en el acceso a anticoagulantes orales de acción directa, tal y como se ha puesto de manifiesto durante el I Foro Científico de Anticoagulación, celebrado en Zaragoza e impulsado por la alianza BMS-Pfizer.

De hecho, según los expertos reunidos, existe un "alto índice" de pacientes anticoagulados mal controlados, cifra que actualmente alcanza el 40 por ciento de los pacientes. Asimismo, han resaltado las barreras de acceso a los ACODs y las diferencias en la prescripción por países.

"Resulta fundamental la puesta al día de la terapia anticoagulante, sobre todo tras la aparición hace más de nueve años de los ACODs, que aportan mayor seguridad y eficacia al tratamiento si se comparan con los anticoagulantes clásicos como los antivitamina K o la warfarina. En la mayoría de los países se prescriben con normalidad, pero en España no siempre resulta fácil", ha comentado el coordinador del Centro de Salud de Atención Primaria María de Huerva, Luis Lample.

En esta línea, ha mostrado las diferencias entre países, como Bélgica o Noruega, con los porcentajes más altos de utilización de ACODs (69% y 63% respectivamente) y España. "Somos el tercer país europeo por la cola en utilización, con un 24 por ciento sobre el total anticoagulados. Solo por debajo están Finlandia, con un 20 por ciento, y Holanda, con un 17 por ciento", ha argumentado.

Asimismo, el cardiólogo del Centro Médico de Especialidades San José, José Ramón Laperal, ha explicado las barreras de acceso a los ACODs se deben, entre otros factores, a la falta de conocimiento específico respecto a los riesgos de no tener un correcto tratamiento. En este sentido, ha resaltado el rol de los inspectores médicos que son los actuales encargados de supervisar, mediante el visado correspondiente, la prescripción de los nuevos anticoagulantes, por lo que su formación e información de la patología resulta fundamental.

Finalmente, los expertos han subrayado la importancia de mejorar el control de los pacientes anticoagulados, con el objetivo de evitar tanto el ictus tanto isquémico como hemorrágico, así como la hemorragia cerebral. Y es que, a su juicio, sus consecuencias directas para las personas y sus familiares, así como indirectas para el sistema sanitario, exigen la necesaria colaboración entre las diferentes especialidades médicas y la Administración, a través de medidas como el control y supervisión que llevan a cabo los inspectores médicos.