MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de So Paulo (Brasil) ha demostrado que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) provoca una senescencia prematura (deterioro relacionado con la edad) del sistema inmunitario.
El hallazgo, publicado en la revista científica 'Immunity & Ageing', podría ayudar a explicar por qué los pacientes con EPOC responden mal a las vacunas y son más susceptibles a los procesos infecciosos, por ejemplo.
Los investigadores hallaron que los pacientes con EPOC presentaban una serie de cambios relacionados con la inmunosenescencia, especialmente una reducción de las células T CD4+ y CD8+, que son elementos clave del sistema inmunitario.
En el estudio participaron 92 personas divididas en cuatro grupos: pacientes con EPOC (21), fumadores sin evidencia de enfermedad pulmonar (22), sujetos sanos de edad avanzada (29) y adultos jóvenes (20). Tras analizar muestras de sangre de los cuatro grupos para detectar siete marcadores asociados a la diferenciación tardía, la senescencia y el agotamiento de las células del sistema inmunitario de cada uno de estos grupos, concluyeron que los pacientes con EPOC tenían células que expresaban todos los marcadores en cuestión y que esto configuraba un envejecimiento prematuro del sistema inmunitario.
La EPOC es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la obstrucción progresiva del flujo de aire y que suele estar inducida por el humo del tabaco y la contaminación atmosférica. Afecta a unos 64 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"A medida que la población envejece, entender los mecanismos implicados en la inmunosenescencia es importante por varias razones. Saber cómo tratar los organismos de las personas mayores, con su mayor vulnerabilidad al cáncer y a las infecciones, y su menor respuesta a las vacunas, puede ayudarnos a encontrar mejores formas de mejorar la eficacia del sistema inmunitario. Este estudio aporta información adicional sobre lo que ocurre y sobre las posibles intervenciones", afirma Gil Benard, último autor del artículo.
Según Juliana Ruiz Fernandes, primera autora del artículo, el análisis de las muestras de sangre de los pacientes con EPOC del estudio mostró una senescencia más rápida de las células T que en los sujetos sanos de la misma edad. "El fenotipo de sus células T parecía más viejo que el de las personas sin el proceso inflamatorio crónico", detalla.
Los resultados del grupo de fumadores sugieren que el tabaquismo moderado o intenso no acelera la inmunosenescencia en comparación con los resultados de los adultos sanos. "La EPOC afectó a los pacientes más que el envejecimiento, deteriorando drásticamente el sistema inmunológico", resalta Thalyta Nery Carvalho Pinto, segunda autora del artículo.
En su tesis de máster de 2016, Fernandes estudió los efectos del ejercicio físico en la respuesta inmunitaria de los pacientes con EPOC, demostrando que la rehabilitación frenaba la senescencia celular en algunos parámetros y potenciaba la contribución de las células T a la respuesta inmunitaria.
Los resultados sugirieron que los pacientes con EPOC tenían una mayor proporción de células T agotadas, así como una capacidad funcional disminuida. "Nuestro reciente estudio se propuso ver qué tipos de células están implicadas en la EPOC y el envejecimiento", explica.
TRES ETAPAS
La inmunosenescencia se define como una disminución de la función del sistema inmunitario durante el envejecimiento. Afecta tanto a la inmunidad innata como a la adaptativa. Se caracteriza por una disminución de las células T "ingenuas", que han madurado pero aún no se han activado al encontrarse con sus antígenos, y un aumento de las células T "de memoria" (con experiencia en antígenos).
Las células T de memoria pasan por tres etapas de desarrollo durante la vida de una persona. En la primera, que dura aproximadamente hasta los 10 años, un grupo de células ingenuas se convierte en células de memoria en respuesta a la estimulación por antígenos específicos. En la segunda (conocida como homeostasis de la memoria), las células T de memoria circulantes alcanzan una meseta y permanecen en ella hasta la edad adulta.
En la tercera, la frecuencia y la funcionalidad de estas células cambian tras un largo periodo de estabilidad, lo que conduce a un aumento de la susceptibilidad a las infecciones causado por la desregulación inmunológica como parte del envejecimiento y el declive fisiológico de la persona.
En el estudio, los investigadores descubrieron que esta etapa del desarrollo del sistema inmunitario estaba alterada en los pacientes con EPOC, que presentaban un conjunto reducido de células ingenuas disponibles para responder a los patógenos y (paradójicamente) una mayor proporción de estas células deterioradas por la diferenciación tardía, la senescencia o el agotamiento que los adultos mayores sanos y los fumadores.
"También descubrimos que la inmunosenescencia y las alteraciones observadas en los pacientes con EPOC eran más pronunciadas en las células T CD8+, que pueden considerarse 'soldados' que cumplen las órdenes del sistema inmunitario matando a los invasores", detalla Benard.
Estos mismos investigadores están estudiando ahora, en un grupo diferente de voluntarios, cómo responden las células B (las células inmunitarias que producen anticuerpos) en los pacientes con EPOC, y cómo responden estos pacientes a las vacunas contra la COVID-19.